Muere Luis de Góngora y Argote
(Córdoba, España, 1561-id., 1627). Poeta y dramaturgo español del Siglo de Oro, máximo exponente de la corriente literaria conocida más tarde, y con simplificación perpetuada a lo largo de siglos, como culteranismo o gongorismo, cuya obra será imitada en Europa y América.
Nace en el seno de una familia acomodada, y estudia en la Universidad de Salamanca. Nombrado racionero en la catedral de Córdoba, desempeñó varias funciones que le brindaron la posibilidad de viajar por España. En esta época compuso numerosos sonetos; romances: moriscos, amorosos, pastoriles y caballerescos; y letrillas de inspiración popular, líricas y satíricas. Su vida disipada y sus composiciones profanas le valieron pronto una amonestación del obispo.
Por los pleitos, los documentos y las sátiras de su gran enemigo, Francisco de Quevedo, sabemos que era jovial, sociable, hablador y amante del lujo y de entretenimientos como los naipes y los toros, hasta el punto de que se le llegó a reprochar frecuentemente lo poco que dignificaba los hábitos eclesiásticos.
Góngora revolucionó la forma poética, pero cultivó todos los géneros. Para algunos es el autor de los más bellos sonetos que se han compuesto en lengua castellana.
No vio sus obras publicadas en vida, aunque lo intentó en 1623, pero éstas pasaron de mano en mano en copias manuscritas que se coleccionaron y recopilaron en cancioneros, romanceros y antologías.
Además de poemas menores: romances y sonetos, escribió poemas mayores: Oda a la toma de Larache (1610), Fábula de Polifemo y Galatea (1612), Soledades (1613), Panegírico al duque de Lerma, escrito en 1617
Entre sus obras de teatro: Las firmezas de Isabela (1613), Comedia venatoria, El doctor Carlino.
Enfermo de esclerosis vascular, causa probable de su amnesia, muere en Córdoba el 23 de mayo de 1627. Pidió ser enterrado, junto a sus padres, en la capilla de San Bartolomé de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba, aunque sus huesos no han podido ser identificados.