Del aperturismo al sanchismo
Diccionario político español contemporáneo, desde los años finales de la dictadura y los primeros de la transición hasta hoy
Leer más >Ya está abierto el periodo de presentación de candidaturas. Los premios se entregarán en el mes de junio próximo en un acto público.
La filóloga y escritora es una de las voces más relevantes de la narrativa nacional, galardonada con premios como el Nadal o el Planeta
Se recibieron en total 152 candidaturas, 36 de las cuales fueron seleccionadas por el jurado como finalistas
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Leer más >En los 90, caído el régimen comunista, las ventanas al exterior se abrieron en Rumanía. Po...
Leer más >No tildar vocales escritas en mayúscula por motivos meramente estéticos permite, por ejemplo, que un cartel en la luna trasera de un vehículo familiar con intención solidaria, tierna incluso («BEBE A BORDO»), se convierta en un mensaje que incita al consumo de alcohol al volante.
Me imagino a Garcilaso en su caballo, con armadura y manoplas de hierro, el yelmo bien encasquetado, a punto de entrar en combate. ¿Y si entonces se le ocurría un verso y no podía apuntarlo? ¿Qué haría? ¿Se lo confiaría de viva voz a su escudero? ¿Sería ese mocito un tal Rafael, del Puerto de Santa María?
El hombre es el único animal que, en plena efervescencia reproductiva, en lugar de emitir sonidos guturales inconexos como cualquier otro mamífero en misma o semejante pose, pronuncia sin querer un nombre distinto al propio de la hembra cohabitante, arruinando el acto en el acto.
Ya es curioso per se que el idioma tenga la posibilidad de codificar a través de sufijos una noción tan específica como la de «dicho de un color, que tira o tiende hacia él»
Leer más >El viento es el gran protagonista de los fenómenos atmosféricos y sus denominaciones apuntan más allá de la brújula
Leer más >Disfrutar de la lectura siendo niños nos ayuda a entender mejor el mundo cuando somos adultos
Leer más >Este mes se cumplen 19 años de aquel terrible 11 de marzo en Madrid. A tres días de las elecciones generales de 2004, diez mochilas bomba alojadas en cuatro trenes de cercanías explosionaron de forma casi simultánea, arrebataron 192 vidas y dejaron 1 858 heridos. Al principio, hubo una gran confusión sobre quién podía estar detrás de este atroz suceso, pero Al Qaeda reivindicó su autoría mediante un comunicado a un medio de Reino Unido.
Forzar silencios incómodos a veces empuja al otro a saltarse un par de capas del decoro y confesarse. Atentos.
Los rebeldes fue el primer título de Sándor Márai publicado en España. Con él, el escritor húngaro iniciaba la historia de la dinastía de los Garren. Ahora, más de ochenta años después de su publicación, Salamandra lanza Los celosos, segunda entrega del ‘ciclo de los Garren’, que el autor finalizó con Los ofendidos.
Este próximo martes se cumplen 81 años de la muerte de Miguel Hernández, uno de los grandes poetas en español del pasado siglo. Silenciado durante la larga dictadura franquista, en cuyas cárceles políticas penó y falleció, su figura ha ido creciendo después hasta convertirse en uno de los principales referentes de nuestra lírica de todos los tiempos, no sólo de su tiempo.
Hoy se cumplen 214 años del nacimiento de Mariano José de Larra, santo laico de los periodistas españoles.
Era hijo de un médico afrancesado con el que se fue al exilio, a Burdeos y París, al final de la Guerra de la Independencia. Volvieron en 1818. Estudió interno en Corella (Navarra), donde con solo 14 años compuso una Gramática para su uso particular y tradujo varias obras del francés al castellano. Era un niño introvertido. Jugaba al ajedrez. Siguió estudios universitarios en Valladolid -donde se enamoró de una mujer que resultó ser la amante de su padre- y en Valencia, de Medicina.
Con 19 años lanzó la revista mensual El Duende satírico del día, donde ya escribió artículos que hoy son clásicos del género. Se casó a los 20, fue un matrimonio desgraciado. Sus amores con Dolores fueron la comidilla del Madrid literario de la época. En parte siguiéndola y en parte huyendo de ella, emprendió un largo viaje por media Europa: Lisboa, Londres, Gante, Bruselas, París. De regreso, fue elegido diputado por Ávila, pero no llego a sentarse en el escaño al anularse las elecciones tras el Motín de la Granja, uno de los muchos golpes de Estado de la España del XIX. Por entonces ya era el periodista madrileño más famoso y mejor pagado. Trabajaba para El Español, donde le pagaban 20.000 reales al año por dos artículos a la semana, una suma cuantiosa si se considera que al autor de una comedia le pagaban mil reales.
Sus acerados artículos eran verdaderos aldabonazos en la vida pública española. “Escribir es Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla como una pesadilla abrumadora y violenta”, decía en uno. Nunca los firmó con su nombre. Fue, sucesivamente, Duende Satírico, Pobrecito Hablador, Bachiller Munguía, Andrés Niporesas y, finalmente, Fígaro. Uno de los últimos, “El día de difuntos de 1836”, tenía un aire premonitorio:
Tendí una última ojeada sobre el vasto cementerio. Olía a muerte próxima. Los perros ladraban con aquel aullido prolongado, intérprete de su instinto agorero. (…)
Quise refugiarme en mi propio corazón, lleno no ha mucho de vida, de ilusiones, de deseos.
¡Santo cielo! También otro cementerio. Mi corazón no es más que otro sepulcro. ¿Qué dice? Leamos. ¿Quién ha muerto en él? ¡Espantoso letrero! ‘Aquí yace la esperanza’”.
Se quitó la vida de un tiro en la cabeza sobre las ocho y media de la tarde del 13 de febrero de 1837, en su casa de la madrileña calle Santa Clara. Minutos antes, su amante, Dolores Armijo, le había devuelto sus cartas de amor y comunicado que le abandonaba, que se iba con su marido a Manila, donde le habían nombrado para un cargo público. Tenía Larra sólo 27 años.
P.D. Dolores, según algún investigador, le sobrevivió sólo unos meses. El barco en que viajaba con su marido a Filipinas naufragó en el cabo de Buena Esperanza. No hubo supervivientes.