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22 Nov 2021
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Detrás de cada palabra hay un rastro lingüístico que puede delatarte

Sheila Queralt

Perito en lingüística forense. Con mis análisis científicos de la lengua contribuyo a cazar delincuentes.

La culpa compartida del terrorista

Muchas veces, antes de realizar un ataque, los terroristas deciden escribir sus motivos o grabar un vídeo para explicar sus acciones.

Es frecuente que en estas manifestaciones hagan alusión a otros ataques perpetrados por otras personas con motivos similares a los suyos y lo hacen de forma explícita, mencionando directamente los ataques anteriores, o implícita, utilizando expresiones que aparecían en declaraciones de estos otros terroristas. Referirse a otros agresores con quienes comparten ideología les sirve, en gran medida, para repartir la culpa que puedan sentir, pero también para justificar sus actos en base a esa ideología que les une a otras personas. Esta justificación puede ser muy peligrosa, ya que les puede llevar a convencerse de que sus actos tienen una justificación moral, lo cual puede darles más fuerza para pasar de la teoría a la práctica.

Otro elemento interesante son los mensajes que lanzan no en relación al pasado, sino los que dirigen a posibles futuros terroristas que puedan escuchar o leer su mensaje. En estos comunicados suelen animar a su auditorio a replicar sus actos y aludir a la responsabilidad compartida, inspirando en muchos casos a los más indecisos. Esta responsabilidad (o culpa) compartida es muy importante desde el punto de vista de la capacidad del agresor de llevar a cabo el atentado, ya que, según los estudios, cuanta menor responsabilidad individual asuma el agresor, menor capacidad va a tener de desistir de sus intenciones. Es decir, cuanto más apoyo encuentre en otras personas, más probabilidades habrá de que finalmente ejecute sus planes.

Teniendo en cuenta lo anterior, es sumamente importante que se analice la agentividad en el lenguaje de estas misivas para poder emitir juicios sobre el riesgo real de que se cometan los actos que se anuncian en ellas y también sobre el poder de atracción que puede tener para otros terroristas potenciales. Si es que, una vez más, ya lo dicen los refranes: «a culpa morreu solteira» y más vale prevenir que curar.