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23 Ene 2023
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Detrás de cada palabra hay un rastro lingüístico que puede delatarte

Sheila Queralt

Perito en lingüística forense. Con mis análisis científicos de la lengua contribuyo a cazar delincuentes.

Chat-GPT, ¿una tentación irresistible para los estudiantes o una exageración?

Estas últimas semanas ha habido un gran alarmismo sobre la posible amenaza que supone Chat-GPT para el proceso educativo.

Numerosos artículos comentan que podría tratarse de una canto de sirena para nuestros estudiantes que, seducidos por el encanto y las maravillosas promesas de esta herramienta, dejarían de pensar por sí mismos y la utilizarían para realizar sus trabajos. Los lingüistas forenses hemos debatido el tema en nuestra lista de correo interna y aquí va un resumen narrado de lo expuesto. 

No se puede negar que es posible que algún estudiante sucumba a la tentación. De hecho, ya he sido testigo de algunos pecados. No hay disciplina que se libre de los avances de la Inteligencia Artificial. Pero sucede lo mismo con cualquier otra herramienta automática. Un alarmismo parecido al actual ya sacudió las aulas cuando salió Google o cuando aparecieron los traductores automáticos. Así que tranquilidad. No podemos luchar contra el progreso (ni creo que debamos). Al igual que hicimos con Google y con los traductores automáticos, debemos aceptar que existen y repensar los procesos educativos a la luz del progreso de la Inteligencia Artificial. Sí, seguramente supondrá más trabajo, pero quizá nos devuelva a antiguas costumbres que ofrecen varios beneficios. Por ejemplo, podemos retomar los debates en el aula (¡benditos debates!), una interacción profunda entre el profesor y los alumnos, la entrega de los apuntes que se han tomado a mano, la presencialidad de los exámenes o incluso los exámenes orales. ¡Seguro que muchos de vosotros no os podéis resistir al punto vintage de estas ideas! Aun así, no debemos engañarnos: los cambios educativos no son fáciles, lo sabemos. Pero no por ello debemos resistirnos a ellos. La educación debe ser adaptable, creativa. Tiene que ser capaz de abordar nuevos desafíos, como los que plantea la Inteligencia Artificial.

Sin embargo, además de adaptar el modelo educativo estos nuevos desarrollos no hacen plantearnos posibles sanciones. Claramente, el uso indebido de este tipo de herramientas por parte de los alumnos supone un fraude. No obstante, también es cierto que detectar y ser capaz de probar que un texto no ha sido producido genuinamente por el alumno puede implicar una gran carga de trabajo para el profesorado, mientras que, el alumno en cuestión habrá dedicado poco más de un minuto en realizar la tarea. Es muy importante educar en ética a los estudiantes y disuadirlos de intentar engañar en sus evaluaciones. Pero además, en el caso de que cometan fraude a pesar de todo, deberían ser sancionados, como ocurre en los casos de plagio o compra de trabajos. El sistema educativo debe servirse de las varias herramientas a su alcance para inculcar a los estudiantes el valor del proceso educativo. Por una parte, el alumnado debe esforzarse durante ese proceso y apreciar sus capacidades y puntos de mejora. Por otra, las instituciones educativas deben poner en valor las múltiples contribuciones del profesorado, que posibilitan el proceso de aprendizaje de cada alumno, adaptándose a las necesidades individuales, promoviendo el pensamiento crítico e independiente, brindando motivación y apoyo.

Desde un punto de vista más forense, hay que subrayar que (por ahora) Chat-GPT no puede suplantar la escritura humana. Es verdad que el modelo de lenguaje que utiliza es muy potente y que consigue escribir frases gramaticalmente correctas. En definitiva, Chat-GPT logra generar lenguaje de manera efectiva, algo inimaginable hace algunos años. Se trata de un hito para la lingüística computacional que debe ser reconocido, sin duda. Pero ya está. No debemos dejarnos dominar por la exageración: todavía no es capaz de generar contenido de calidad que no sea diferenciable de un texto genuino. Y, por cierto, no es verdad que el sistema aprenda el estilo de escritura del usuario, al menos por ahora. Asimismo, existen ya distintas herramientas que detectan escritos producidos por Inteligencia Artificial, aunque no están exentos de error ni de debate. (Por tanto, cuidado también con el uso de las contra-herramientas: no queremos ni debemos acusar falsamente).

Chat-GPT es solo el comienzo. Estos modelos del lenguaje mejorarán (y pronto), así que debemos comenzar a adaptarnos, buscar soluciones y repensar lo que sucede en las aulas, especialmente en cuanto a la evaluación. ¡Pero, ojo, esto no afecta únicamente a las aulas! Vayan preparándose también los redactores profesionales: editoriales, creativos, legales y un largo etcétera. ¡El desafío ya ha comenzado!