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14 Dic 2020
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Detrás de cada palabra hay un rastro lingüístico que puede delatarte

Sheila Queralt

Perito en lingüística forense. Con mis análisis científicos de la lengua contribuyo a cazar delincuentes.

Declaraciones policiales artificiales

En España y otros países, como Perú o Colombia, cuando vas a una comisaría para realizar una denuncia o porque te han citado como testigo o investigado en un caso, te hacen una toma de declaración.

Esa declaración se realiza a partir de una entrevista en la que el policía te hace preguntas y tú las contestas, mientras que el mismo policía u otro la pone por escrito. Generalmente, la transcripción resultante resume (y, por tanto, transforma sustancialmente) lo dicho por el entrevistado.

El texto resultante suele ser un monólogo que no refleja la entrevista, la actitud ni el perfil del entrevistado. El acta suele ser más bien un texto casi telegráfico, artificial, formal y poco cohesionado. A los lingüistas forenses se nos solicita que analicemos una entrevista policial por distintos motivos, entre los que destacan lo siguientes: determinar si las preguntas se formularon adecuadamente (o, por ejemplo, si se hicieron preguntas capciosas), si el entrevistado es veraz o, incluso, si ha habido algún tipo de manipulación en la declaración, ya sea porque se han formulado preguntas conducentes a cierta respuesta (que, en el caso más extremo, pueden inducir una confesión falsa) o porque se ha modificado la declaración y se han incluido contenidos que el entrevistado no ha formulado.

Por todas estas posibles consecuencias del proceso de transcripción, esencial que las declaraciones sean grabadas, ya que para que el lingüista forense pueda trabajar con totales garantías debe poder observar todos los fenómenos lingüísticos: lo que el entrevistado dice palabra por palabra, las repeticiones que hace, las coletillas que utiliza… pero también sus suspiros y también (¡muy importante!) sus silencios.