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18 Jul 2021
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Los mejores en castellano, seleccionados, comentados y recitados por el editor y director de Archiletras.

Arsenio Escolar

Periodista, filólogo, escritor y editor. Fundé Archiletras en 2018 tras darle vueltas al proyecto durante 35 años.

Romance del conde Olinos, de autor anónimo

Madrugaba el conde Olinos,
mañanita de San Juan,
a dar agua a su caballo
a las orillas del mar.

Mientras el caballo bebe
canta un hermoso cantar:
las aves que iban volando
se paraban a escuchar;
caminante que camina
detiene su caminar,
navegante que navega
la nave vuelve hacia allá.
Desde la torre más alta
la reina le oyó cantar:
-Mira, hija, cómo canta
la sirenita del mar.
-No es la sirenita, madre,
que esa no tiene cantar;
es la voz del conde Olinos,
que por mí penando está.
-Si por tus amores pena
yo le mandaré matar,
que para casar contigo
le falta sangre real.
-¡No le mande matar, madre;
no le mande usted matar,
que si mata al conde Olinos
juntos nos han de enterrar!
-¡Que lo maten a lanzadas
y su cuerpo echen al mar!
Él murió a la media noche;
Ella, a los gallos cantar.
A ella, como hija de reyes,
la entierran en el altar, 
y a él, como hijo de condes,
unos pasos más atrás.
De ella nace un rosal blanco;
de él, un espino albar.
Crece uno, crece el otro,
los dos se van a juntar.
La reina, llena de envidia,
ambos los mandó cortar;
el galán que los cortaba
no cesaba de llorar.
De ella nacería una garza;
de él, un fuerte gavilán.
Juntos vuelan por el cielo,
Juntos vuelan par a par.

Esta es la tercera vez en que, en este blog, nos asomamos al romancero. Hace ya más de un año, trajimos aquí dos romances muy valiosos y muy diferentes: el terrible Romance de la amiga de Bernal Francés, que narra y siente -¡y de qué modo!- uno de los primeros crímenes de violencia machista de la historia de nuestra literatura, y el célebre Romance de la jura de santa Gadea. Hoy os traigo un tercer ejemplo de este género tan genuino y valioso.

Los romances son unos poemas de tradición oral característicos de los siglos XIV y XV español, si bien algunos expertos sostienen que nacieron antes de esas fechas. No tenían autor conocido, no se sabe el nombre del creador inicial de ninguno de ellos. Ni de los posteriores autores, pues en muchos textos se aprecia la voz sucesiva de varios, de los distintos juglares que a unos versos iniciales de un primer creador le fueron añadiendo otros versos. En muchas ocasiones, el juglar no solo los recitaba, plaza a plaza, castillo a castillo, sino que incluso los cantaba con una música muy simple, repetitiva.

En su estructura formal, los romances son una serie indeterminada -lo larga que los autores quieran- de versos octosílabos en la que los pares riman en asonante. En el caso del que traemos hoy, en esa continua á con acento siempre prosódico y a veces ortográfico de «Juan», «mar», «cantar», «escuchar», «caminar», «allá»… que le da a todo el texto una fuerte intensidad emocional.

El Romance del conde Olinos es uno de los más difundidos de nuestra tradición oral. Y de los mas variados: se han recogido y documentado hasta 75 versiones  diferentes. En toda España, en América, en la tradición sefardí… El conde en algunas de ellas se llama Lino, o Niño, o Lirio; en otras no es conde y se llama don Fernandito. La que recogió el gran filólogo, historiador, folclorista y medievalista Ramón Menéndez Pidal lleva por título el muy expresivo Amor más poderoso que la muerte.

En todas las versiones, el poema es una joya preciosa, un primor. ¡Y aún sigue vivo! Yo se lo he cantado a mis hijos y a mis nietos multitud de veces, con una tonada que se parecía -no era exactamente así, tampoco la letra- a esta que os enlazo aquí, que no sé si aprendí de mi madre o de mi mujer.

Hoy no me atrevo a grabarlo cantando, pero lo digo y lo siento así: