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13 Jul 2020
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Lo que va y viene en el mundo editorial.

Begoña Piña

Periodista. Infiltrada desde hace años en la Cultura, leo todo lo que puedo y siempre me quedo con ganas de mucho más.

La voz y la fuerza de Arundhati Roy

“Mayo de 1998. Quedará registrado en los libros de historia, siempre y cuando sigamos teniendo libros de historia en los que registrar. Siempre y cuando tengamos un futuro”. Es solo el principio de un demoledor texto sobre las armas nucleares obra de la escritora y activista india Arundhati Roy, de la que ahora Anagrama recoge sus ensayos políticos más relevantes en el libro Mi corazón sedicioso.

Valiente, comprometida y entregada, esta autora ha destacado en los últimos años por la denuncia de tantas injusticias y barbaries de nuestro tiempo, aunque ello la ha llevado a convertirse en objetivo destacado a derrotar por el gobierno indio. Algunas de las razones que la han colocado en esa situación se encuentran en este libro.

Una obra en la que reflexiona acerca de “la retórica belicista que justifica guerras; la política exterior de los imperios –americano y soviético–; la corrupción política; el cambio climático; el capitalismo depredador; el terrorismo; los desequilibrios sociales de la India; los conflictos territoriales entre la India y Pakistán; el poder de las élites, el control de la tierra y los indiscriminados desplazamientos de población para la construcción de grandes presas; los claroscuros de la figura de Gandhi; la deriva nacionalista en la India; la energía nuclear utilizada con fines bélicos; las grietas de la democracia y la represión de la disidencia…”

En fin, un camino infectado de minas que Arundhatoi Roy se empeña en señalar con textos cargados de inteligencia, pruebas producto de minuciosas investigaciones, una lucidez necesaria y una humanidad esencial.

“Estoy dispuesta a arrastrarme, a humillarme abyectamente, porque en estas circunstancias el silencio sería insostenible (…) no olvidemos que lo que está en juego es descomunal. Nuestro cansancio y nuestra vergüenza podrían significar nuestro fin. El fin de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos. De todo aquello que amamos. Tenemos que buscar en lo más íntimo de nuestro ser y encontrar la fuerza para pensar. Para luchar”.