La perturbadora ucronía de Ian McEwan, Adán y Eva sintéticos
Ian McEwan, si no el mejor, uno de los mejores escritores ingleses de su generación, ha tirado de imaginación y le ha dado la vuelta a la Historia. En su nueva novela, Máquinas como yo (Anagrama), que sale hoy a la calle, todo sucede en los años ochenta del siglo pasado, pero las cosas son completamente diferentes a como han ocurrido en la realidad.
Inglaterra no ha ganado la Guerra de las Malvinas y el científico Alan Turing no se ha suicidado. Éste ha seguido incansable investigando el desarrollo de la inteligencia artificial y ha creado a los primeros seres humanos sintéticos.
McEwan se adentra en la ciencia-ficción con un propósito perturbador y con la intención de enredar al lector en una tensión moral que podría resultar molesta para muchos. Es, por supuesto, parte del talento de este escritor prodigioso que ha rescatado a Adán y Eva, eso sí, sintéticos, para hacerse la pregunta más antigua de la humanidad: ¿Qué es lo que nos hace humanos?