PATROCINADORES
INSTITUCIONES
Junta castilla
jcm

Archiletras

23 Feb 2021
Compartir

Usos y análisis del lenguaje urbano a través del espejo retrovisor de mi taxi.

Daniel Díaz

Taxista, escritor y viceversa. Licenciado en charlas casuales y amante discreto del verso suelto.

Hablando de herencias…

Supuse que eran parientes lejanos, o tal vez tía y sobrino de sangre aunque distanciados por los cauces de la vida. Dos generaciones: ochenta años ella y veintitantos él. Sentados los dos en mi taxi.

Les unió una herencia después de muchos años. Iban de camino al notario. La charla, como pude comprobar, transcurrió cordial pero fría. Procuraban esquivar el silencio, pero las preguntas que se hacían apenas tenían recorrido:

—¿Qué tal el trabajo?

—Bien. Ahora tengo mucho curro.

—Ah. ¿Trabajas en casa?

—Algunos días. Por lo del covid, ya sabes. Aunque otros me obligan a ir.

De vez en cuando tiraban de entorno:

—Anda, mira qué perrito más mono. ¿Te gustan los animales?

—Ehm, sí. A ver, no tengo ninguno. No podría cuidarlo.

Pensé en la cantidad de charlas forzadas que traen las herencias. Y en la cordialidad forzada. Y en las peleas, a veces. Familiares que perdieron el contacto, pero que vuelven a reunirse para firmar un papel. No se ven desde hace años; perdieron el hilo y apenas se saben vivos por terceros. Hasta que reciben, de súbito, la típica llamada de teléfono que nadie espera:

—Oye, ¿te acuerdas de la tía Reme?

—Sí.

—Murió esta mañana. Estaba muy mayor.

—Vaya… cuánto lo siento.

Cuelgas y te da por recordar momentos coincidentes. En bodas, o cuando tus padres te llevaron al pueblo de esa tía hace muchos, muchos años. Recuerdos vagos que guardas en el desván polvoriento de la memoria. Un efecto que apenas dura horas: tu vida sigue.

Es gente condenada a estar pero sin ser. Fantasmas con lazos de sangre que aparecen de repente en persona, cuando una herencia se interpone, o en la memoria, cuando mueren… El amor no es obligado, por lo visto. Los genes no se escogen pero tampoco te atan. Ya no. Estamos demasiado ocupados para eso.