PATROCINADORES
INSTITUCIONES
Junta castilla
jcm

Archiletras

22 Jul 2019
Compartir

Un toque de atención sobre desviaciones normativas, cambios lingüísticos, expresiones de moda y nuestra capacidad de acogida de palabras procedentes de otras lenguas.

Mª Ángeles Sastre

Profesora de Lengua Española en la Universidad de Valladolid. Me llama la atención cómo habla la gente, cómo escribe, cómo dice sin decir, cómo maquilla lo que dice, cómo transgrede con el lenguaje, cómo nos dejamos engañar por los políticos. Leo la letra pequeña en la publicidad y los periódicos de pe a pa. Y encuentro de todo.

Las siglas no tienen plural

En el poema titulado «La invasión de las siglas», de Dámaso Alonso, las siguientes siglas (puede que algunas inventadas y otras que no son españolas) ocupan los diez primeros versos: USA, URSS, OAS, UNESCO, ONU, TWA, BEA, KLM, BOAC, RENFE, FULASA, CARASA, RULASA, CAMPSA, CUMPSA, KIMPSA, FETASA, FITUSA, CARUSA.

Parece que al poeta y filólogo, que fue director de la RAE entre 1968-1982, le preocupaba la invasión de las siglas («porque este gris ejército esquelético / siempre avanza / frenético / con fieros garfios / me oprime / me sofoca») y no solo las incluyó en el poema del que he entresacado las que abren este post (dedicado –según aparece al principio del poema– «a la memoria de Pedro Salinas,
a quien en 1948 oí por primera vez la troquelación ‘siglo de siglas’») sino que aludió a ellas en un libro publicado en 1962: «Del siglo de Oro a este siglo de siglas (notas y artículos a través de 350 años de letras, españolas)».

Si se fijan con detalle cuando leen la prensa, sea del tipo que sea, notarán que abundan las siglas. Y lo mismo ocurre si leen el Boletín Oficial del Estado o los boletines autonómicos y provinciales. Una prueba de que algunas siglas se han colado en nuestros discursos es que nadie las expande, es decir, que nadie habla del Instituto de Mayores y Servicios Sociales sino del IMSERSO (con eme) ni de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura sino de la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations). Y mucha gente que compra en los supermercados DIA no sabe que compra en Distribuidora Internacional de Alimentación.

Las siglas son el resultado de acortar una expresión nominal. El procedimiento de acortamiento consiste en dejar la inicial de cada palabra con significado propio (sustantivos y adjetivos) y eliminar el resto. Según consta en el Diccionario panhispánico de dudas (DPD), de la RAE, se utilizan «para referirse de forma abreviada a organismos, instituciones, empresas, objetos, sistemas, asociaciones, etcétera». Muchas de las compañías más conocidas son siglas (IBM, FCC, ACS, BBVA, CAMPSA); los organismos e instituciones también se conocen por sus siglas (CIS, UGT, FMI, IMSERSO, ONU, RAE); muchos partidos políticos tienen su sigla y también las asociaciones y federaciones (AFE, AMPA, API, FIFA); algunos objetos los conocemos por su sigla (CD, DNI, láser, radar –palabra aguda, no hay que decir /rrádar/–, ovni, talgo, aunque los cuatro últimos se han convertido ya en acrónimos y por eso se escriben con letras minúsculas y funcionan como verdaderos sustantivos, con flexión de número).

¿Tienen género las siglas? Digamos que adoptan el género de la palabra que constituye el núcleo de la expresión abreviada, que normalmente ocupa el primer lugar en la denominación: la RAE, el CIS, la UGT, el IMSERSO, el FMI, el DNI. 

En el caso de AFE (Asociación de Futbolistas Españoles), AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) y API (Asociación de la Prensa Internacional), hay que decir la AFE, la AMPA y la API y no el AFE, el AMPA y el API porque, aunque empiezan por a tónica (como el agua, el hada, el área, el hambre), las siglas constituyen una excepción en el uso de la forma masculina del artículo. Por tanto, un enunciado como No estoy en el AMPA del colegio de mis hijos es incorrecto; debería decirse No estoy en la AMPA del colegio de mis hijos.

Las siglas no tienen plural. Como lo oyen. Así que en alusiones a varios referentes solo pueden pluralizarse los determinantes (varias ONG, y no varias ONG’s ni varias ONGs). Solo podrían pluralizarse una vez que han pasado a considerarse como acrónimos, es decir, sustantivos con flexión de género y número escritos, además, en minúscula (como en los casos mencionados arriba: láser/láseres, radar/radares, ovni/ovnis, talgo/talgos).

¿Y qué decir de la separación por puntos de las letras que componen una sigla? Pues que no está justificada porque los componentes de una sigla no se separan por puntos. Así que si están entre quienes escriben D.N.I., I.E.S. (Instituto de Educación Secundaria) o U.G.T., vayan quitando los puntos y escriban DNI, IES y UGT. Otro día hablaremos de por qué hay que escribir así CC. OO. (Comisiones Obreras) y EE. UU. (Estados Unidos).