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31 May 2021
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Detrás de cada palabra hay un rastro lingüístico que puede delatarte

Sheila Queralt

Perito en lingüística forense. Con mis análisis científicos de la lengua contribuyo a cazar delincuentes.

Sanciones de humo contra el plagio académico

Hace una semana, el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de la Ley de Convivencia Universitaria, que regulará las sanciones para aquellos que hayan cometido plagios en sus trabajos académicos en los campus públicos.

El anteproyecto castigará tanto el plagio total como parcial así como el fraude académico en trabajos de asignatura, trabajos de final de grado o de máster y tesis doctorales. Estas conductas se tipificarán como faltas administrativas muy graves y conllevarán la expulsión de dos meses a tres años de la universidad.

En mi opinión, este anteproyecto es insuficiente por distintos motivos. En primer lugar, no se especifica claramente qué implica plagio y, por lo tanto, sigue siendo ambigua la definición de plagio desde el punto de vista legal. En segundo lugar, quedan fuera de la regulación los delincuentes intelectuales de las universidades privadas. En tercer lugar, no se tienen en cuenta los artículos 270, 271 y 272 del Código Penal, en los que el delito contra la propiedad intelectual con ánimo de lucro (obtener un título académico) conlleva hasta cuatro años de prisión. En cuarto lugar, el anteproyecto indica que el delito prescribirá a los tres años, cuando en el Código Penal se indica que prescribirá a los cinco. En quinto lugar, en el caso de plagiar trabajos de final de grado, máster o tesis doctoral, ¿qué sentido tiene que se les expulse de un lugar en el que ya no están? Y, finalmente, la sanción no implica la retirada del título.

Así que, mi querido delincuente plagiador, si quieres obtener un título de grado con poco esfuerzo, aquí tienes una receta perfecta: hazlo en un campus privado, de un libro relativamente antiguo que no esté en Internet (así el detector antiplagio automático no lo detectará) y reza para que nadie se dé cuenta en los siguientes tres años. ¡Ah no! Es verdad, que no hace falta esperar tanto. Si se dan cuenta una vez ya tienes el título, tampoco pasa nada: te expulsarán de un sitio con el que ya no tienes ninguna relación y seguirás teniendo tu codiciado título. Tendremos que conformarnos con esperar que tengas un mínimo de mala conciencia y te impida dormir bien por las noches, por poco probable que parezca…