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08 Feb 2022
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Detrás de cada palabra hay un rastro lingüístico que puede delatarte

Sheila Queralt

Perito en lingüística forense. Con mis análisis científicos de la lengua contribuyo a cazar delincuentes.

La evolución de los plagiadores

A lo largo de mi vida profesional me he encontrado distintos tipos de plagiadores: los copio-pego se caracterizan por ser los más vagos de todos, no se molestan en retocar una sola coma y suelen extraer los textos de fuentes de internet abiertas como Wikipedia para no tener que teclear manualmente el texto.

Son fáciles de cazar, pero se encuentran en extinción, ya que la mayoría, después del primer o segundo intento exitoso, fueron cazados por alguna herramienta antiplagio. Algunos entendieron que eso no se debía hacer y aprendieron a citar, otros evolucionaron como los pokémones. Desistieron de abandonar esta práctica deshonesta y buscaron estrategias para no ser cazados. Y entonces fue cuando se convirtieron en uno de los otros tipos de plagiadores que explico a continuación.

El segundo tipo es el de los «internásionals». Se trata del tipo de delincuentes de la propiedad intelectual que se creen muy listos. Cogen un texto en un idioma distinto al de trabajo, copian el texto, lo pegan en un traductor automático (normalmente Google Traductor, porque ¿para qué molestarse en buscar otro?) y lo pegan. Mmm… ¿cómo lo digo…? Siento decepcionaros, pero ¡no cuela! Por un lado, muchas de las herramientas de detección ya contemplan el plagio translingüe y, por lo tanto, es posible que lo cacen y, por otro, algo que quizá no habíais considerado: los profesores no son tontos. Esos párrafos copiados saltan a la vista, ya sea porque la traducción es muy poco natural o porque están mucho mejor desarrollados que otros fragmentos que sí ha escrito el plagiador.

El tercer tipo es el de los cuñaos. Dicen lo mismo que ya ha dicho alguien que sí sabe del tema, pero con otras palabras. Este tipo de delincuentes le dedican un poquito más de tiempo a su crimen. Utilizan lo que nosotros llamamos las estrategias del plagiario: resumen, alargan, utilizan sinónimos… Bueno, en definitiva, intentan esconder su delito detrás de nuevas palabras. Pueden esquivar los detectores automáticos, dependiendo de su habilidad y, la verdad es que es complejo para los profesores demostrar el plagio en estos casos, pero es posible para un lingüista forense profesional.

El último tipo es el de los robocops. Estos son los que están a la última. Usan lo más nuevo entre las técnicas de los plagiadores y, cuidadito con ellos porque se han sumado a la moda de utilizar la Inteligencia Artificial para cometer sus fechorías. Estos delincuentes de la pluma utilizan estas herramientas molonas para modificar textos o incluso para crearlos desde cero (lo cual no constituye plagio como tal, pero sí es un fraude). Como lo oyes, hay programas que te ayudan a modificar un texto en segundos. Suelen tener bastante éxito, ya que los profesores todavía no están muy alerta de estas prácticas y, por tanto, estos perlas suelen pasar desapercibidos. No obstante, si se confían y lo utilizan de forma reiterada se terminan delatando. ¿Cómo? No voy a dar muchas pistas para no enseñarles cómo camuflarlo (nunca sabes si algún pillo te estará leyendo), pero cuidado con hablar en el trabajo de cosas que no se han tratado en clase.