Esta frase es mía, señoritingo
¿Cuántas palabras crees que son necesarias para formular una frase que solo hayas podido formular tú?
El número de palabras seguidas idénticas es uno de los parámetros que utilizamos en lingüística forense para determinar la existencia de dependencia textual (lo que se conoce como plagio) o incluso atribuir la autoría de un texto, o de una frase (como las típicas que la gente crea para subir a su Instagram).
Un estudio que realicé hace unos años junto a otra lingüista forense, Montse Marquina, nos permitió determinar que, mientras que en inglés el máximo de palabras iguales que pueden pronunciar dos personas por azar son siete u ocho palabras, en español esa retahíla de palabras se reducía a cinco.
Es decir, si dos personas escriben cinco palabras seguidas exactamente de la misma forma nuestra alerta de lingüistas forenses se dispara, ya que no es esperable. Pero ¡cuidado! obviamente dependerá de lo especialita que sea la frase y del contexto en el que se produzca. Si nos piden una redacción sobre la Segunda Guerra Mundial y el texto empieza: «La Segunda Guerra Mundial fue…», a pesar de que dos alumnos hayan escrito cinco palabras seguidas iguales, no les podremos acusar de plagio, puesto que es una combinación totalmente esperable por el contexto. Una manera muy llana de tener una idea de si esa frase es tuya o ya la había dicho alguien antes es buscar en Google entre comillas “La Segunda Guerra Mundial fue”. En este momento a mí me aparecen 468.000 resultados, así que seguro que esa frase no es original. Pero ¿qué pasa si lo probamos con «Esta frase es mía, señoritingo»? Google arroja 0 resultados. El motivo es que aquí sí que hay una palabra marcada, que es señoritingo, y tiene el potencial de convertir esas cinco palabras en una secuencia distintiva.
Si quieres reclamar la autoría de una frase o de un texto, ponte en contacto con una lingüista forense y te determinará si esa frase es idiosincrática y distintiva, porque, en esto, 2+2 no son (solo) 4.