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13 Jun 2022
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Detrás de cada palabra hay un rastro lingüístico que puede delatarte

Sheila Queralt

Perito en lingüística forense. Con mis análisis científicos de la lengua contribuyo a cazar delincuentes.

De novelista a asesina

Recientemente, la autora estadounidense de una decena de novelas de suspense románticas Nancy Brophy ha sido condenada por el asesinato de su marido de 63 años. La decisión la tomó un jurado de 12 miembros que atendieron con atención a un juicio que se prolongó 7 semanas. Tardaron dos días en alcanzar su veredicto.

La autora, de 71 años, curiosamente había escrito en 2011 una entrada en su blog sobre cómo matar a tu marido, un texto que causó una gran atención mediática después de su arresto. No obstante, el juez decidió no incluir este artículo en el juicio, puesto que se había redactado siete años antes, y solicitó a los miembros del jurado que no lo tuvieran en cuenta. Sin embargo, hecha la ley, hecha la trampa, y la fiscalía aludió implícitamente a algunos de los temas del ensayo cuando la acusada subió al banquillo de los acusados.

El texto es realmente curioso. Enumera distintos motivos para cometer asesinato (motivos económicos, infidelidad, malos tratos…) y también propone varios métodos para llevarlo a cabo (con una pistola, con un cuchillo, contratando a un sicario…). La autora expone sus opiniones sobre cada opción. Quizá mientras escribía su entrada de blog fantaseaba con la idea de asesinar a su marido o quizá nunca llegó a planteárselo en aquel momento. Eso solo lo sabe ella. Lo que sí se ha podido demostrar es que 7 años más tarde la novelista se decidió por la primera opción de su lista de posibles armas homicidas: una pistola fantasma, es decir, una pistola construida por ella misma a partir de distintas piezas compradas a través de internet y que, según su investigación, dificultarían el rastreo a los policías. Además, todo apunta también a que su motivo principal fue el primero que exponía en el texto, el económico. Las pruebas indican que la pareja estaba pasando por un momento financiero complejo, por lo que su póliza de seguro de vida de cientos de miles de dólares podía resultarle a Brophy de gran ayuda.

La autora escribe en su entrada «lo que sé sobre el asesinato es que cada uno de nosotros es capaz de ello si se ve suficientemente empujado». Estoy de acuerdo, pero, como dice otra novelista, Paula Hawkins, no todo el mundo es capaz de planearlo.