Con todos mis respetos
¿Cuántas veces has escuchado eso de «con todos mis respetos» y después el enunciado ha sido una falta total de respeto? Esto no pasa únicamente en el contexto informal de nuestro día a día, sino que un estudio de la Universidad de Nottingham Trent junto a la Universidad De Montfort ha descubierto que esto también sucede en los tribunales.
Cuando el abogado comienza su discurso con un «con todos mis respetos»… ¡Cuidado! El abogado podría estar indicando, implícita e irónicamente, totalmente lo contrario.
La investigación ha revelado que esta expresión, que frecuentemente se utiliza de forma ritual durante los juicios y para mantenerse dentro del código de conducta en discusiones acaloradas, puede ser un indicador de falta de respeto entre los abogados y también entre los abogados y los jueces.
El uso de la palabra respeto puede utilizarse de forma distinta dependiendo de las dinámicas de poder que se establecen entre los participantes durante un juicio. Por ejemplo, puede contribuir a atenuar el desacuerdo entre los abogados y los jueces. En este sentido, el uso de la expresión por parte del abogado hacia el juez podría indicar que el primero no intenta decirle al tribunal cómo debe hacer su trabajo sino únicamente manifestar su opinión acerca del tema que se está tratando.
Pero, por ejemplo, si aparece entre abogados, el uso de esta expresión puede ser una estrategia para intensificar el desacuerdo. A pesar de iniciar su discurso con una expresión lingüística (aparentemente) cortés, el abogado la está utilizando para acrecentar el desacuerdo e incluso menoscabar la reputación profesional del otro abogado.
Así que alerta: las expresiones de cortesía en los juicios no son única o simplemente una tradición, también pueden ayudar a enfatizar las dinámicas de poder que operan en el sistema judicial, sustento del estado de derecho.
En fin, con todos mis respetos, por hoy lo dejo aquí.