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05 Dic 2022
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Detrás de cada palabra hay un rastro lingüístico que puede delatarte

Sheila Queralt

Perito en lingüística forense. Con mis análisis científicos de la lengua contribuyo a cazar delincuentes.

Cartas pirotécnicas

El 24 de noviembre comenzaron los envíos de cartas pirotécnicas a distintos objetivos en España.

Hasta el momento, se han remitido un total de seis cartas, dirigidas a la Moncloa, el Ministerio de Defensa, las embajadas de Estados Unidos y Ucrania, la base aérea de Torrejón de Ardoz, una empresa armamentística de Zaragoza y, según las últimas informaciones, podrían haber sido enviadas desde la provincia de Valladolid. No obstante, todavía no se barajan sospechosos y parece ser que no se habrían enviado desde una oficina, sino desde un buzón, lo que dificulta la identificación del terrorista. Sí, ya podemos hablar de terrorista, el Juzgado Central de Instrucción Número 4 de la Audiencia Nacional, que es el organismo encargado de investigar los paquetes explosivos, ha calificado el caso de terrorismo.

En cuanto al sospechoso, todas las hipótesis están abiertas. Por los destinatarios de las cartas, se baraja la posibilidad de que el autor tenga una motivación ideológica prorrusa. La fabricación de los objetivos hace pensar que no es un profesional, sino más bien alguien con un conocimiento escaso en explosivos, ya que la elaboración de los artefactos enviados es sencilla y cualquier persona con acceso a internet sería capaz de crear este tipo de artefacto pirotécnico casero.

Las cartas remitidas no llegan a ser una bomba, ya que se trata de un artefacto que no pretende ocasionar una explosión, sino que crea una deflagración con llama súbita que se activa a través de un sedal cuando se abre la carta. ¿Y qué podemos decir de los sobres? Todos son sobres marrones de características similares, con una dirección escrita en bolígrafo azul y en letras mayúsculas. Los informes caligráficos ya han confirmado que todas las cartas fueron escritas del mismo puño y letra.

El uso de mayúsculas en «cartas bomba» no es exclusivo de este terrorista, sino que es un rasgo bastante común. Por ejemplo, en 1940 el mismísimo Bombardero Loco (también conocido como «Mad Bomber») ya escribía sus cartas en letra mayúscula y también lo hizo el autor de las cartas con ántrax maligno en 2001. ¿Por qué? Seguramente debido a la falsa creencia de que las letras en mayúscula son más difíciles de analizar caligráficamente. Sin embargo, como he dicho, se trata de una creencia falsa.