La falsa verdad de un maltratador
El 5 de diciembre el diario El Mundo publicó una entrevista a Carlos Navarro, más conocido como «El Yoyas» después de su paso por Gran Hermano en 2001. La entrevista es un claro ejemplo de las manipulaciones lingüísticas que utilizan los maltratadores como parte del ciclo de la violencia de género.
Carlos Navarro fue condenado por el Juzgado de lo Penal de Las Palmas de Gran Canaria en 2020 por violencia de género, pero recurrió. En abril de 2021, la Audiencia Provincial de Las Palmas tampoco le dio la razón y ratificó la sentencia. Le condenó a cinco años y ocho meses de cárcel por maltrato continuado y lesiones a su exmujer y a sus dos hijos, a cuatro años de prohibición para llevar armas, cuatro años de alejamiento e incomunicación con su exmujer y sus hijos y otros cuatro de privación de la patria potestad y a indemnizar a su exmujer con 8 000 euros y a sus dos hijos con 4 000 por los daños causados. En octubre de 2022 se puso fecha a su entrada en prisión: el 14 de noviembre de 2022. Pero no se presentó, no está en prisión, se fugó.
Y ahora, estando en búsqueda y captura, ha contactado con un medio de comunicación para explicar «su versión», la versión de un maltratador prófugo. Más allá del debate de si se le debe dar voz a un delincuente huido, quiero utilizar la entrevista para exponer las estrategias lingüísticas que utilizan este tipo de agresores.
El victimismo, él es la víctima de todo: «Ahora no vivo, improviso, con los bolsillos vacíos. Estoy jodido». Busca la empatía mediante el chantaje emocional. Se disfraza de víctima para no responsabilizarse de nada.
Todas las acusaciones vertidas sobre él son mentiras, cosas que se han inventado: «sin una sola prueba, ni un parte médico ni una denuncia previa» o «Estoy condenado a casi seis años de prisión por cuatro delitos sin fecha ni lugar determinado y con un relato falso». Se trata de una estrategia conocida como «luz de gas», que consiste en distorsionar la percepción de la realidad de la otra persona y sembrar dudas hasta de aquello que ha vivido.
Es injusto, el mundo está en su contra: «soy un cabeza de turco». Reescriben la historia.
La culpa es de otro, no suya: «Por culpa de esa ley hay muchos padres como yo, que llevo casi seis años sin ver a mis hijos y ahora escondiéndome como si fuese un criminal. No he hecho nada en mi vida para merecerme esto». Responsabilizan a la víctima o desplazan la culpabilidad a otro factor, en ningún caso él es el responsable de la agresión.
La manipulación es un tipo de violencia psicológica y emocional que tiene como objetivo controlar al otro y reducir su capacidad de crítica. Es una estrategia sutil y perversa, capaz de invalidar y destruir a su víctima. A Carlos Navarro lo localizó un medio de comunicación, ¿lo localizará la policía? La orden de búsqueda y captura tiene fecha de caducidad: 3 de febrero de 2027.