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21 Jun 2021
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Detrás de cada palabra hay un rastro lingüístico que puede delatarte

Sheila Queralt

Perito en lingüística forense. Con mis análisis científicos de la lengua contribuyo a cazar delincuentes.

Cómo actuar si un menor nos explica que ha sido víctima de violencia sexual

El Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña ha publicado una  guía con recomendaciones para familiares en situaciones en que se produce una revelación de violencia sexual en niños, niñas y adolescentes

Muchas veces, y lo he comentado en entradas del blog anteriores, los adultos cuando preguntamos a un menor, o incluso a un adulto, sobre un suceso, podemos modificar involuntariamente su relato. Esta guía ofrece recomendaciones sencillas para las personas del entorno de confianza del menor con el fin de prevenir esta influencia en su versión de los hechos y que pueda facilitar una posterior toma de declaración por los agentes judiciales con todas las garantías. 

A continuación, resumo los aspectos lingüísticos más importantes para evitar contaminar el discurso de la víctima. Lo primero es actuar con calma y naturalidad. Por difícil que resulte, hay que evitar reaccionar con gestos o expresiones impulsivas ante lo que explique el o la menor. Cuando esté contando lo sucedido, debemos escucharle y hacerle sentir que le comprendemos. A continuación, es importante que, cuando no esté presente, intentemos apuntar palabra por palabra lo que ha dicho, sin cambiar nada. Hay que evitar acabar sus frases o rellenar sus silencios. Tenemos que utilizar las mismas palabras que él o ella para hablar de los hechos y las partes del cuerpo, sin cambiarlas o corregirlas. 

Otro punto importante es que no hay que disculpar ni hacer comentarios despectivos sobre el presunto agresor. Aunque pensemos esas cosas al escuchar el relato, debemos controlarnos y mantener la calma; lo importante en ese momento es escuchar al menor. Además, hay que intentar no hacer preguntas ni interrumpir su relato. Es mejor que sea el menor quien explique lo sucedido, a su manera, ya que podríamos confundirle o añadir detalles que no han sucedido o que realmente no recuerda.

La guía responde a otras preguntas como dónde debes dirigirte después de escuchar todo eso, cómo puedes ayudar al menor, cómo puedes actuar después y cuáles son las primeras pautas para recuperarse de la agresión. Recuerda también que cada persona es distinta y que la guía es un punto de partida, pero que siempre se debe consultar con especialistas para gestionar cada caso del modo más adecuado.