¿Quién miente en el caso Cifuentes?
La semana pasada comenzó el juicio por el Caso máster, el de Cifuentes, y hemos podido ver distintas versiones de los hechos dependiendo, claro, de quién se sentaba ante el Juez (e incluso de algo más, ¡porque también hemos oído versiones distintas provenientes de ciertas personas!).
Como te puedes imaginar, no pude resistirme a detectar marcas lingüísticas de veracidad (o de falta de veracidad) mientras escuchaba el juicio de fondo. Ah, pero no te voy a hacer destripe, así que, si quieres saber quién es más probable que diga la verdad, tendrás que analizarlas tú mismo y sacar tus propias conclusiones. Lo que sí voy a hacer es darte algunas pistas para que puedas reconocer la declaración más verosímil.
Generalmente, las personas que dicen la verdad responden a lo que se les pregunta sin desvíos, relatan los hechos de forma ordenada, con buen ritmo, manteniendo un tono adecuado, sin exaltaciones ni interrupciones innecesarias y respetando la jerarquía de la Sala. Levanta la ceja cuando encuentres silencios, largas y abundantes pausas llenas, y repeticiones. Habitualmente, cuando alguien insiste mucho en una idea, es probable que te quiera convencer de que es cierta. Durante algunas declaraciones, se han escuchado con demasiada frecuencia adverbios de duda como probablemente y verbos de suposición como supongo. Demasiadas dudas para ser verdad. Una vez hayas practicado con las declaraciones de las dos profesoras, te animo a que analices la declaración del viernes de la expresidenta madrileña.
Y pese a todo esto, como debes de haber adivinado, lo más jugoso de este caso para una lingüista forense como yo no son solo las declaraciones que se hacen en el juicio… ¿aparecerá algún día el famoso Trabajo de Fin de Máster para que podamos analizar su autoría?