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06 Mar 2023
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Detrás de cada palabra hay un rastro lingüístico que puede delatarte

Sheila Queralt

Perito en lingüística forense. Con mis análisis científicos de la lengua contribuyo a cazar delincuentes.

Traductores en conflicto

Este mes se cumplen 19 años de aquel terrible 11 de marzo en Madrid. A tres días de las elecciones generales de 2004, diez mochilas bomba alojadas en cuatro trenes de cercanías explosionaron de forma casi simultánea, arrebataron 192 vidas y dejaron 1 858 heridos. Al principio, hubo una gran confusión sobre quién podía estar detrás de este atroz suceso, pero Al Qaeda reivindicó su autoría mediante un comunicado a un medio de Reino Unido.

Uno de los principales investigados fue Rabei Osman El Sayed, más conocido como Mohamed el Egipcio. Se le acusaba de ser el dirigente del grupo y el urdidor del mayor atentado terrorista de Europa. Todo ello en base a unas llamadas interceptadas por la policía italiana durante 4 años, pero que, por falta de traductores en plantilla de esos dialectos, no habían sido escuchadas hasta después de los atentados.

Según los intérpretes italianos, el Egipcio decía: «Empecé la preparación el día 4. El programa fue de alto nivel, incluso yo estaba preparado para ser mártir, pero ciertas circunstancias me lo impidieron». En cambio, según los intérpretes de la policía española decía: «Yo estaba al tanto previamente, pero exactamente… pero exactamente… lo que iba a pasar no me lo dijeron». Así, la interpretación italiana situaba al procesado como organizador o autor intelectual, mientras que la española, en el peor de los casos, implicaba solo una condena de autor por omisión.

Y estas no fueron las únicas partes sobre las que hubo disputas. Los intérpretes españoles constataron que la transcripción de las sesenta horas de grabaciones estaba repleta de errores de interpretación y reflejaba el desconocimiento de referencias históricas y relativas al Corán por parte de los intérpretes italianos.

Sorprendentemente (o no, después de tanto jaleo con las traducciones durante el juicio), Rabei Osman El Sayed fue absuelto por el tribunal en 2007. En la investigación se pusieron de relieve muchísimas carencias del sistema, entre ellas, las relativas a la plantilla de traductores. Después de los atentados, el Ministerio del Interior creó 99 plazas de traductores para atender las necesidades que planteaban las investigaciones sobre terrorismo islamista. Los intérpretes son, en efecto, una pieza fundamental, tanto para la resolución de estos conflictos como, también, para su prevención.