La ciberestafa en tiempos bélicos
La ocasión hace al ladrón, y una vez más se confirma en estos tiempos de guerra. Los ciberdelincuentes están aprovechando los momentos de confusión y la solidaridad de la gente para robar dinero y datos.
Los engaños se están produciendo, sobre todo, por redes sociales, correo electrónico y plataformas de mensajería instantánea como WhatsApp o Telegram.
Hay dos tipos de estafa que me gustaría destacar. Por un lado, la estafa en la que simulan ser organizaciones sin ánimo de lucro conocidas (como ONG) y realizan campañas falsas de donación de dinero. A través de estos correos consiguen engañar a las víctimas y estafarles grandes cantidades de dinero.
Por otro lado, los ciberdelincuentes no quieren únicamente dinero, también quieren obtener datos personales. Una de las estafas que tiene como objetivo la recogida de datos es la que crea plataformas para recoger firmas, ya sea para apoyar a las víctimas de la guerra o para condenar los hechos. En estos formularios las víctimas deben dejar datos de identificación personal como el DNI o su dirección postal.
¿Cómo puedes evitar estas estafas a nivel lingüístico? Vigila si observas que el texto exagera, que es sensacionalista, que utiliza palabras incorrectas, que contiene errores ortográficos, que está escrito todo en mayúscula, que utiliza en exceso la puntuación… Todos estos rasgos son típicos de los correos fraudulentos, así que te pueden dar pistas para detectar si el correo es falso. Además, comprueba que la dirección sea correcta, que no haya ningún carácter alterado en la dirección y compara las imágenes del logo con las oficiales de los organismos a que se supone que corresponden.
Como te decía, estos no son los únicos timos que circulan: sospecha de supuestos familiares que necesitan ayuda urgente o de millonarios que necesitan tu ayuda para mover dinero fuera del país. Sé solidario, pero ten cautela. El ciberdelincuente siempre está al acecho; nosotros, también.