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21 Ene 2019
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Miscelánea de los desvíos de la norma que, por descuido o por ignorancia, cometen los periodistas. Los aciertos no están aquí pero son muchos más.

Alberto Gómez Font

Lingüista, miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, ex director del Instituto Cervantes de Rabat y ex coordinador de la Fundéu.

Agredir, un verbo cotidiano

Debió de haber épocas ya pasadas en las que la gente se agredía muy ocasionalmente.

Hasta la edición de 1992 del Diccionario de la Real Academia Española apareció marcado como «defectivo», de tal forma que no eran propias del español correcto formas como agredo, agredes, agrede, agreden, agreda, agredan, etc., y de ello avisaban todos los manuales de estilo de los medios de comunicación, entre ellos el Manual de estilo de la Agencia Efe, en su segunda edición, del año en el que yo empecé a trabajar en el Departamento de Español Urgente:

«Véase lo que se dice sobre abolir, pues se conjuga igual. Por tanto, según la Gramática académica, son incorrectas las formas agrede, agredo […]»

Y, como ya vimos un poco antes, lo que se decía sobre abolir era que solo podía conjugarse en las formas que tienen i en la desinencia. Mas llegaron tiempos en los que nos volvimos más agresivos, y como las agresiones se convirtieron en cotidianas, comenzamos a conjugar ese verbo como uno más, como algo tan habitual que ya no tuvo sentido que fuera defectivo.