Agravante ambiguo
Los terminados en –ante y –ente producen cierta inseguridad a los hablantes a la hora de decidir si se trata de palabras masculinas o femeninas.
Y eso es lo que durante años ocurrió con agravante, que según los diccionarios y los libros de estilo era un sustantivo femenino: la agravante.
Era, entonces, incorrecto escribir o decir cosas como «Las emisiones contaminantes fueron el agravante…», «un delito de asesinato con el agravante de abuso de confianza», y así se advertía en los manuales de estilo de los medios de comunicación.
Y ocurrió lo mismo que en el resto de los casos aquí recogidos: los usuarios del español percibían que esa palabra era masculina y comenzaron a cometer el error de usar el artículo el en lugar de la, hasta que los encargados de estudiar el uso de la lengua no tuvieron más remedio que decir que agravante es un sustantivo que funciona tanto como femenino como masculino, ¡con el agravante de dejarnos a los hablantes tomar la decisión…!