Indulto para coaligarse
Si no hay un verbo aligarse, ni tampoco un prefijo coa-, bien difícil resulta formar un verbo como coaligarse.
Mas por muy difícil que fuera, hubo alguien que se lo inventó (lo que hace estar desocupado…), o quizá no fue una invención, sino más bien una mera copia.
Don Rafael María Baralt, humanista venezolano del siglo XIX, en su magnífico Diccionario de galicismos (1855) dice lo siguiente: «Por coligarse dicen hoy bárbaramente algunos traduciendo el francés se coaliser. Es pecado grave». Y la primera aparición de coaligarse en el banco de datos de la Real Academia Española es de un documento de 1886, época en la que eran muy frecuentes los galicismos en el español; además —dato curioso—, en la siguiente aparición de ese verbo en ese mismo banco de datos, en un documento de 1921 (La novela de un novelista, de Armando Palacio Valdés), leemos esto: « Aquí fue (sic) donde Leopoldo Alas me demostró que coaligarse era una palabra bárbara traducida del francés, y que se debe decir coligarse». Después, curiosamente, desaparece cualquier referencia a ese verbo en el banco de datos académico hasta 1976.
En cuanto al Diccionario de la lengua española, la voz coaligarse no llegó hasta 1992, y nos decían entonces que era lo mismo que coligarse, y que procedía de «coligarse con influencia de coalición», etimología que se repite en las ediciones del 2001 y del 2014.
La cuestión, como en el resto de las palabras tratadas, es que durante bastante tiempo tuve que corregir las noticias de la Agencia Efe en las que salía ese verbo, y recordarles a los redactores que lo adecuado en español era coligarse, hasta que llegó el indulto para coaligarse y a mí se me volvió a poner esa cara de bobo y de derrotado que ya conocía de antes.