La deuda de los poetas con María Zambrano
Los poetas se nutrieron del espíritu disidente y lúcido de María Zambrano, filósofa valiente y de exquisita sensibilidad. Ella, por su parte, enriqueció su voz interior con la poesía y, sobre todo, con su amistad con varios poetas.
Ahora, uno de ellos, el poeta leonés Antonio Colinas agradece a María Zambrano tan rico legado con un libro, Sobre María Zambrano, Misterios encendidos, obra que publicará Siruela el próximo mes de marzo en su colección Libros del Tiempo. Un trabajo de amistad y de reconocimiento en el que, más allá de la figura estudiada por especialistas, se revela la inflexión de su pensamiento a partir de los días de la guerra y del exilio.
Y ahí ocupa “un lugar muy especial la presencia de lo sagrado, de una sincera espiritualidad heterodoxa”, dice el autor, que ha recogido en el libro testimonios de la propia Zambrano, muchos de ellos de sus cartas, pero también de entrevistas y de conversaciones mantenidas entre ambos. “Este libro nació con la idea de que fuera solo una semblanza de María Zambrano que reflejara la amistad que con ella mantuvo su autor, ya desde el primer encuentro que ambos tuvieron en Ginebra. Sin embargo, ha acabado siendo una nueva imagen de ella y de su obra”.
“¿Es de extrañar que el amor haya preferido casi siempre el derrotero poético al filosófico?”, escribió María Zambrano, agradecida siempre por ese vínculo literario y rebosante de cariño por sus admirados poetas.