El sanguinario ajuste de cuentas de Chuck Palahniuk
“El Día del Ajuste empezó a gestarse en Madrid, donde alquilé un apartamento durante unos meses para realizar las últimas revisiones a mi colección de relatos. Las únicas noticias que me llegaban eran a través de webs y me resultó extraño observar a los Estados Unidos desde fuera; mis compatriotas parecían unos tarados analizados desde España”.
Chuck Palahniuk ha vuelto. Unos de los autores norteamericanos más polémicos de los últimos tiempos regresa, cuatro años después de su último libro, con El Día del Ajuste (Literatura Random House), una sátira despiadada –propia del autor-, violenta y que no hace concesiones a la sociedad actual de EE.UU.
Las últimas tensiones que se han vivido en su país y los comportamientos absurdos y acciones caóticas que se han llevado a cabo están reflejadas en estas páginas, donde se profundiza con un humor muy negro en el culto mesiánico a la personalidad. La novela crece a partir de un personaje siniestro, un senador corrupto que tiene planes demenciales que se saldarán con un sanguinario ajuste de cuentas.
El paisaje dantesco y caótico que imaginó Chuck Palahniuk al escribir esta historia se ha hecho realidad con el asalto al Capitolio y las protestas de las hordas trumpistas contra el traspaso de poderes. Hecho que confirma el fino olfato de este escritor que se tropezó con la negativa de sus editores de siempre a publicar este libro por considerarlo “peligroso”.
Confeso admirador de Ira Levin (La semilla del diablo), este escritor afirma: “Era un genio. En mi caso, quise poner en circulación todas nuestras fantasías fascistas, racistas y separatistas hasta agotarlas. Yo también ansío convertirme en un genio”.