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24 May 2019
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Usos y análisis del lenguaje urbano a través del espejo retrovisor de mi taxi.

Daniel Díaz

Taxista, escritor y viceversa. Licenciado en charlas casuales y amante discreto del verso suelto.

¡Ojo, spoiler!

Esta semana escuché en mi taxi demasiadas veces la palabra «spoiler» y su variante «spoilear».

Curiosamente, cuando yo era niño se le llamaba «spoiler» al alerón trasero que lucían ciertos coches deportivos por cuestiones aerodinámicas. El caso es que aún hoy, cuando oigo decir la expresión «¡Ojo, spoiler!», no puedo evitar imaginarme ese mismo alerón de mi infancia volando en dirección al aludido hasta impactar violentamente en su cabeza (evitándole, por tanto, destripar detalles concretos de la serie o la peli en cuestión). Desconozco si esta asociación mental responde a parámetros freudianos o a un simple deseo de venganza por mi parte.  

Pero además, también esta semana he aprendido el significado de la palabra «stalkear» En este caso fue en boca de un par de tardoadolescentes en cotorra pose cuyo seguimiento sintáctico de la charla supuso un ímprobo esfuerzo para mí. La frase en cuestión decía algo así como «Anoche estuve stalkeando a mi ex», y el contexto de la conversación en su conjunto tampoco me ofreció ninguna pista concluyente. De modo que, cada más finalizar el servicio, aparqué el taxi y me dispuse a buscar la palabra en Google.

A decir verdad, comencé escribiendo la palabra tal cual sonaba: «Estalquear», pero el buscador corrigió mi error de inmediato. Resulta que viene del término inglés «Stalker», que significa «Acosador». La variante «Stalkear», por tanto, no es más que una adaptación spanglish (otra más) que significa, se entiende, «Acosar». En casos como éste, el uso del término adaptado del inglés en lugar de su correspondiente literal en castellano, tiene por efecto suavizar la gravedad del mismo. Decir «Acosar» hoy suena feo y políticamente incorrectísimo, pero «Stalkear» no tanto (incluso puede parecer hasta moderno o, siguiendo el juego, «cool»).

En fin, que ha sido una semana linguisticamente productiva. Seguiré muy atento al inquietante submundo léxico del millenial usuario de mi taxi. Y, por supuesto, seguiré informando.