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07 Oct 2021
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Usos y análisis del lenguaje urbano a través del espejo retrovisor de mi taxi.

Daniel Díaz

Taxista, escritor y viceversa. Licenciado en charlas casuales y amante discreto del verso suelto.

Todos mudos

Cayeron Whatsapp, Instagram y Facebook durante un buen puñado de horas, el lenguaje entró en pánico y Carol se quedó sin saber el nuevo estado de su ex.

Los canales del lenguaje hoy dependen más que nunca de empresas que cotizan en bolsa. Piensa en esto: un granjero de Arkansas invirtiendo los ahorros de toda su vida en una aplicación que incluye emojis de mierdas triangulares con ojos. A la vista queda que el mundo se está convirtiendo en un lugar raro de narices, y tú y yo estamos contribuyendo a que así sea.

Escribes «Hoy no iré a comer mami, tengo mucho curro XD» y de súbito se activan algoritmos a los que nadie puede acceder. Aceptamos sus políticas de datos, y esto incluye regalar lo que decimos, a dónde vamos y el porqué, cuán rosado es nuestro eccema perianal, o los planes para el fin de semana a un único postor que guarda nuestros flujos de información para su único provecho. Los factores de la comunicación son los mismos, con su emisor (tú) y su receptor («Papis y mamis cole 2B»); pero con un canal intermediario que se ha convertido en piedra angular del entramado y lo analiza absolutamente todo en aras de obtener un material valiosísimo: nada menos que la psique, las costumbres y los gustos de media humanidad (la otra media no importa: es pobre).

Y de repente, estos (casi) únicos canales de comunicación se caen (nadie sabe por cuánto tiempo). Carol pulsa F5 en el Facebook de su ex y le aparece una y otra vez Page Not Found, y empieza a sentirse rabiosa a morir. Pero también vulnerable. Porque Carol es, igual que el resto, vulnerable desde el mismo instante en que empezó a depender casi en exclusiva de terceros para el simple acto de sociabilizar. Carol está vendida, el ex de Carol está vendido, y tú y yo estamos vendidos. Y todos, a la postre, pulsamos Me Gusta aunque a nadie le guste esto.