PATROCINADORES
INSTITUCIONES
Junta castilla
jcm

Archiletras

02 Feb 2021
Compartir

Usos y análisis del lenguaje urbano a través del espejo retrovisor de mi taxi.

Daniel Díaz

Taxista, escritor y viceversa. Licenciado en charlas casuales y amante discreto del verso suelto.

Adivina quién es quién

Te propongo un juego. Adivina quién es quién en la siguiente línea de diálogo compuesta por tres actores: una pareja (hombre y mujer) y un taxista (yo). ¿Qué líneas corresponden al hombre? ¿Quién es la mujer? ¿Y el taxista?

Reproduzco, literal:

—Tenemos que sentarnos y hablar.

—Ya estamos sentados.

—Sentarnos, me refiero a… no en un taxi.

—A este señor le da igual lo que hablemos. ¿Verdad?

—¿Perdón? ¿Me decía..?

—¿Lo ves? Ni siquiera nos escucha.

—A ver… llevamos un tiempo sin hablar.

—Ya estamos hablando.

—Quiero decir, a… hablar de nosotros. De nuestras cosas.

—Pues habla, venga.

—¿Aquí? ¿Ahora?

—Sí. Aquí. Ya has visto que el taxista no nos está escuchando. ¿No es cierto, señor?

—¿Qué? Perdone. Estaba a mis cosas. Dígame…

—Nada, nada. Usted a lo suyo.

—Ok.

—Venga. Suéltalo.

—¿En serio?

—Dale. ¿De qué tenemos que «hablar sentados»?

—Tengo un papiloma.

—¿UN QUÉ?

—Ya sabes… Me han salido unas pequeñas… verrugas en la zona del…

—Ya, ya… no hace falta que seas tan explícito. Y córtate un cacho, que está delante el taxista.

—¿No decías que..?

—Por mí no se preocupe.

—¿Estaba escuchando?

—No, no…

—¿No me has dicho que podíamos hablar de cualquier cosa?

—Joder, sí. Pero no me esperaba esto.

—¿Ah no? ¿Y qué esperabas?

—No sé, lo normal. Que últimamente estamos más fríos, que tu madre me odia… ¡lo normal!

—Mi madre no te odia.

—Espera un momento… ¿has tenido un lío?

—¿Cómo? ¡No!

—A ver… si tienes, ya sabes, un papiloma, será que alguien te lo ha pegado…

—No no.

—¿Entonces?

—Pues no sé, lo habré pillado en cualquier parte. En algún baño público.

—Sí, claro. No te lo crees ni tú.

—¡Usted cállese!