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29 Jul 2021
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Diccionario

Alfonso de Palencia publicó un diccionario anterior al de Nebrija

Redacción

El descubrimiento de dos folios de un importante incunable permite concluir que se trata del primer vocabulario romance-latín que llegó a la imprenta, según recoge el Boletín de la RAE

Un reciente hallazgo de la investigadora argentina Cinthia María Hamlin, especialista en Literatura Medieval de Secrit-CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas de Argentina), recogido en el Boletín de la Real Academia Española (RAE) desplaza el Diccionario Latino-Español de Antonio de Nebrija, aparecido en Salamanca en 1494-95 y que hasta ahora se ha tenido por el primero de lengua castellana, y confirmaría a Alfonso Fernández de Palencia como el autor del primer diccionario del castellano. A él atribuye la autoría de dos folios hallados en la Universidad de Princeton (Nueva Jersey, EE UU) y que datan de 1492.

El descubrimiento de estos dos folios de un incunable sevillano permitió concluir que se trata este del primer vocabulario romance-latín que llegó a la imprenta. Gracias al prólogo conservado en uno de los folios, contamos con más datos para acercarnos al problema del autor.  La investigación publicada repasa los avances respecto de la fecha y la autoría y analiza las numerosas similitudes que presenta con el Universal Vocabulario de Palencia. Esta investigación ofrece, además de un estudio detallado de las fuentes lexicográficas de ambos vocabularios, «varias pruebas relativamente contundentes que permiten identificar a Alfonso Fernández de Palencia como el autor», según Cinthia María Hamlin.

Uno de los folios encontrados contiene un prólogo dedicado a Isabel la Católica. De su análisis, la filóloga pudo extraer otro dato. “Se refiere a ella como reina de Granada y, por tanto, el impreso debía ser posterior a la conquista de Granada, en enero de 1492. Así, este incunable sevillano debió de imprimirse entre 1492 y 1493”.

Alfonso Fernández de Palencia nació en 1423 y se convirtió en el cronista del rey Enrique IV, el denominado “el Impotente”, el hermano de la reina Isabel. Para determinar su autoría en esta obra es clave la fecha de su muerte: 1492, poco tiempo después de la conquista de Granada.

Por eso, según la investigadora, este manuscrito sin terminar pudo llegar a la imprenta, aunque tampoco se puede descartar que antes haya circulado como libro y el resto de sus partes se encuentren perdidas. Eso sí, descartan que los folios encontrados sean una simple prueba de imprenta, ya que uno aparece incluso impreso a doble cara. Esta técnica era muy complicada para la época y solo se hacía para las versiones con las que se armaban cuadernillos, que luego componían libros.