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18 Mar 2019
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Un toque de atención sobre desviaciones normativas, cambios lingüísticos, expresiones de moda y nuestra capacidad de acogida de palabras procedentes de otras lenguas.

Mª Ángeles Sastre

Profesora de Lengua Española en la Universidad de Valladolid. Me llama la atención cómo habla la gente, cómo escribe, cómo dice sin decir, cómo maquilla lo que dice, cómo transgrede con el lenguaje, cómo nos dejamos engañar por los políticos. Leo la letra pequeña en la publicidad y los periódicos de pe a pa. Y encuentro de todo.

Hoy casi todo puede ser importante

En la información meteorológica se anunció la semana pasada un descenso importante de las temperaturas.

Todos entendimos como que iban a bajar mucho o bastante (no sabemos con exactitud el segmento de la línea cuantificadora que abarca el adjetivo importante), como si en invierno las temperaturas bajas tuvieran que ser noticia.

También hace poco alguien me habló de su hija, ingeniera de obras públicas, y de la cantidad de horas que tenía que trabajar al día, aunque no podía quejarse porque «tenía un sueldo importante». Les juro que no tengo ni idea de la cantidad de dinero que gana, así que no sé exactamente, ni tampoco por aproximación, lo que la madre entendía por un sueldo importante.

Una amiga me habló de que no hacía regalos ni daba la propina a su único sobrino, pero que en Navidad y en su cumpleaños le daba una cantidad de dinero importante. Ni ella mencionó cantidad alguna ni yo pregunté.

He aquí un listado de contextos de utilización del adjetivo importante: un tren que sufre un retraso importante, un desgaste importante de una pieza, un retroceso importante en una enfermedad, un jugador importante en la defensa del equipo, el uso del cinturón del seguridad es importante a la hora de conducir, una ciudad con avenidas importantes, ríos que sufren desbordamientos importantes, decisiones importantes, una amenaza importante, una importante ciudad italiana, un número importante de manifestantes, a punto de hacer un importante anuncio, algo que tiene importantes repercusiones, ofertas de trabajo en importante empresa, un rival importante, un regalo importante, un importante descubrimiento, una importante colonia de cigüeñas, una fiesta importante, un importante efecto saciante, un control policial importante.

Resulta muy cómodo (de ahí lo de comodín) utilizar el adjetivo importante porque casi todo le cabe: algo o alguien que es necesario, interesante, profundo, notable, atrayente, grande, alto, influyente, decisivo, abundante, ilustre, conveniente, valioso, vital, enorme, significativo, relevante, esencial, principal, primordial, considerable, destacado, y un largo etcétera, es importante. Descifrar su significado queda a cargo del receptor del mensaje, que se las ve y se las desea para descodificar adecuadamente el mensaje.

Los diccionarios no son de gran ayuda en este caso. Leo en el Diccionario de la lengua española, de la RAE (2014), a propósito del adjetivo importante: «1. que importa; 2. que tiene importancia». El Diccionario del español actual (2ª ed., 2011), de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos, es un poco más explícito: «1. [Persona o cosa] que importa o que tiene interés para alguien; b) [Persona o cosa] que influye de manera más o menos decisiva en algo; 2. [Persona o cosa] que merece especial interés con relación a otros, por su valor, por su magnitud o por las circunstancias que lleva consigo; b) [Persona] que destaca por su posición social o profesional o por el cargo que desempeña. El Diccionario de uso del español de América y España (editorial Vox, 2003) precisa también un poco más: «1. que tiene importancia por su valor, magnitud, importancia u otras características; 2. que importa o merece la atención o interés de alguien; 3. que es muy conveniente; 4. que tiene una categoría social relevante».

Importante puede referirse a una gran cantidad de algo, como en Habrá lluvias importantes por todo el país, o a gran magnitud, como en Las bolsas europeas han sufrido una caída importante; puede aplicarse a una persona famosa, rica, noble, destacada en su campo, que ostenta un cargo elevado o de relevancia, etcétera. También se aplica a algo trascendente, como en un avance importante o un descubrimiento importante.

Dada la amplitud referencial de este adjetivo –que no podemos negar a la luz de los usos–, ¿cómo sabe el lector u oyente a qué hace referencia exactamente? Siento decir que no hay manera de saberlo a no ser que se eche mano de sinónimos o equivalentes supletorios que permitan delimitar o precisar mejor semánticamente el campo de referencia, tan difuso y poco preciso cuando se opta por recurrir a este adjetivo comodín.

Quien por comodidad o por desconocimiento recurra sistemáticamente al adjetivo importante sepa que hay dos diccionarios que pueden servirle de gran ayuda: el Diccionario ideológico de la lengua española, de Julio Casares, y el Diccionario de ideas afines, de Fernando Corripio. El primero presenta el léxico español clasificado por esferas de significación y la parte analógica le permite al usuario encontrar el elemento léxico que desconoce o no recuerda a partir de otros conocidos; el otro permite hallar una idea o una palabra de manera rápida y precisa por medio del criterio de búsqueda por ideas afines cuando se busca un término de cuyo concepto no se tiene una noción clara.