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31 Ago 2020
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Detrás de cada palabra hay un rastro lingüístico que puede delatarte

Sheila Queralt

Perito en lingüística forense. Con mis análisis científicos de la lengua contribuyo a cazar delincuentes.

Errores chivatos

Hace unos meses leí un titular: «Un joven finge su muerte para evitar la cárcel, pero un error ortográfico lo delata».

Obviamente, con mi pasión por la lengua y la criminalística, no tuve más opción que abrir el artículo. ¡Me importaba un carajo el clickbait! La noticia explicaba que un joven de Estados Unidos intentó evitar la cárcel fingiendo su propia muerte. Sí, como si de una película se tratara, fingió su desaparición y su suicidio. Los abogados entregaron a las autoridades su certificado de defunción y rápidamente hubo un error que hizo saltar todas las alarmas. Habían escrito Regsitro en lugar de Registro (permíteme la adaptación del inglés). Ese error ortotipográfico, junto al tamaño del papel, hizo que se pidiera una comprobación del acta. Como seguramente ya debes de haber adivinado, si has llegado hasta aquí, se confirmó que… el acta era falsa. Total, que resulta que el joven no solo no ha conseguido librarse de la cárcel, sino que pasará en ella algunos años más de regalo.

Además de la moraleja de que sale caro intentar engañar a la justicia si te cogen, quería aprovechar para resaltar la importancia de estar alerta con la ortotipografía. Si ves un correo, un mensaje, un documento oficial con algún error, saca el CSI que llevas dentro y pregúntate si podría ser falso.