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09 May 2022
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Detrás de cada palabra hay un rastro lingüístico que puede delatarte

Sheila Queralt

Perito en lingüística forense. Con mis análisis científicos de la lengua contribuyo a cazar delincuentes.

El contrainterrogatorio en el juicio de Johnny Depp y Amber Heard

Estos días estamos asistiendo a un juicio televisado entre los actores Johnny Depp y Amber Heard que está causando una gran expectación en todo el mundo. Ambos habían tenido una relación sentimental entre 2012 y 2016 y, según ellos, fue muy apasionada y volátil.

De hecho, el término volátil podría ser un eufemismo para no utilizar palabras como tóxica o violenta. Y si lo has visto o has leído alguna noticia, quizá te parezca que es un juicio por abuso doméstico o malos tratos, pero no es así, es un juicio por difamación, ya que Johnny Depp acusó a Amber Heard de difamarlo en un artículo en The Washington Post en 2018 sobre el abuso doméstico y la actriz puso una contrademanda.

No es mi intención en este artículo comentar la posición de uno u otro o hipotetizar sobre quién de ellos puede ganar el juicio. En este caso, me gustaría reflexionar sobre la importancia de que el perito sepa cómo defender un informe pericial dependiendo de su posición y del sistema legal en el que se ha presentado. Por ejemplo, no es lo mismo un juicio en España que un juicio en Estados Unidos. Seguro que has visto la representación de los juicios norteamericanos en alguna película y has podido comprobar la habitual dureza de las preguntas e incluso de la escenificación. Uno de los contrainterrogatorios que más me han llamado la atención hasta ahora es el contrainterrogatorio al que fue sometida la psicóloga forense Dawn Hugues. Me llama mucho la atención el tono afable, la cantidad de preguntas abiertas que le realiza el abogado de la parte contraria y el respeto en los turnos de habla. Todo esto puede parecer algo normal, pero en un contrainterrogatorio en EE.UU. no es tan común. Los contrainterrogatorios allí suelen tener un tono mucho más agresivo, con muchas interrupciones y solapamientos.

Respecto a las respuestas de la perito, a pesar de que muestra una actitud segura y un buen ritmo en sus respuestas, no es capaz de demostrar que su estudio fue objetivo, que no fue influenciado por la parte contratante y que su método es científico. Tampoco es capaz de explicar decisiones metodológicas clave para que su estudio cumpliera con uno de los requisitos imprescindibles de un peritaje: tomar en consideración todo aquello que sea susceptible de favorecer o causar un perjuicio a cualquiera de las partes.

 

Y es que es tan importante la redacción de un peritaje sólido como su defensa, y más en un juicio con jurado como es el de este caso, en el que los que deben tomar gran parte de la decisión son personas de a pie sin conocimientos jurídicos.