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03 Jul 2022
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Los mejores en castellano, seleccionados, comentados y recitados por el editor y director de Archiletras.

Arsenio Escolar

Periodista, filólogo, escritor y editor. Fundé Archiletras en 2018 tras darle vueltas al proyecto durante 35 años.

Palabras para Julia, de José Agustín Goytisolo

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Miembro de la Generación del 50, de la que ya hemos hablado muchas otras veces aquí, el barcelonés José Agustín Goytisolo (1928-1999) es una voz muy singular de ese grupo tan extenso, valioso y variado, al que pertenecen, entre otros, Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente, Carlos Barral, Alfonso Costafreda o Juan Marsé en Barcelona; Ángel González, Claudio Rodríguez, Gloria Fuertes, Rafael Sánchez Ferlosio, Ignacio y Josefina Aldecoa o Juan García Hortelano en Madrid; y José Manuel Caballero Bonald y otros en Andalucía. Y todos ellos, con Antonio Machado como maestro ético y lírico en la cabeza y en el corazón.

Goytisolo, el mayor de tres hermanos literatos -tras él, el narrador Juan y el también poeta Luis-, cursó estudios de Derecho en las Universidades de Barcelona y Madrid y fue largos años traductor profesional del italiano y del catalán al español de autores como Cesare Pavese, Pier Paolo Pasolini, Salvatore Quasimodo, Josep Carner, Salvador Espriu, Gabriel Ferrater y Pere Quart.

La suya es una poesía de la ética y de la estética, del compromiso social, la convicción política y el humanismo y también de la exquisitez y la excelencia lírica. «La función de la literatura es, a la vez, estética y social (…). En la medida en que me ha sido posible, yo he procurado siempre sustraerme de los peligros de una postura excesivamente simplista a fin de no caer en la tentación de confundir los nobles sentimientos con la buena poesía», decía el poeta en 1965.

Musicado por Paco Ibáñez -eran grandes amigos- y versionado por muchos otros cantantes -de Rosa León a Los Suaves o Falete-, el poema que hoy os traigo, Palabras para Julia, es uno de sus textos más célebres y celebrados. Son los consejos y reflexiones ante la vida que le da un padre a una hija, en unos bellos eneasílabos, versos de nueve sílabas infrecuentes en nuestra tradición poética -por rítmicamente complicados-, pero que aquí suenan muy armónicos. Ese «pensando en ti, como ahora pienso» probablemente sea uno de los versos más repetidos en la vida cotidiana de millones de lectores.

Julia no solo era el nombre real de la hija del poeta. Era también el nombre de su madre, muerta en los bombardeos de la aviación italiana aliada de los franquistas sobre Barcelona en marzo de 1938, en la guerra civil. Fueron tres días de bombardeos, los segundos peores en número de víctimas de toda la guerra sobre población civil, tras el de Guernica. El poeta no había cumplido aún los diez años. A esa traumática experiencia dedicó Goytisolo su primer poemario, El retorno, en 1955

Yo siento y digo así este bello poema: