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21 Feb 2021
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Los mejores en castellano, seleccionados, comentados y recitados por el editor y director de Archiletras.

Arsenio Escolar

Periodista, filólogo, escritor y editor. Fundé Archiletras en 2018 tras darle vueltas al proyecto durante 35 años.

Nacer hombre, de Adela Zamudio

Cuánto trabajo ella pasa
por corregir la torpeza
de su esposo, y en la casa,
(permitidme que me asombre)
tan inepto como fatuo
sigue él siendo la cabeza,
porque es hombre.

Si alguna versos escribe
-“De alguno esos versos son
que ella sólo los suscribe”;
(permitidme que me asombre)
Si ese alguno no es poeta
¿por qué tal suposición?
-Porque es hombre.

Una mujer superior
en elecciones no vota,
y vota el pillo peor;
(permitidme que me asombre)
con sólo saber firmar
puede votar un idiota,
porque es hombre.

Él se abate y bebe o juega
en un revés de la suerte;
ella sufre, lucha y ruega;
(Permitidme que me asombre).
Ella se llama “ser débil”,
y él se apellida “ser fuerte”
porque es hombre.

Ella debe perdonar
si su esposo le es infiel;
mas, él se puede vengar;
(permitidme que me asombre)
en un caso semejante
hasta puede matar él,
porque es hombre.

¡Oh, mortal!
¡Oh mortal privilegiado,
que de perfecto y cabal
gozas seguro renombre!
para ello ¿qué te ha bastado?
Nacer hombre.

La boliviana Adela Zamudio (1854 – 1928) es una interesantísima poeta y narradora neoromántica hoy menos conocida y leída -salvo en su país- de lo que ciertamente merece. Pionera del feminismo, activista social, algunos expertos creen que tendría que disfrutar en la historia de las letras en nuestro idioma un lugar similar al de Gabriela Mistral o de Juana de Ibarbourou, a las que se adelantó en el tiempo y en algunos de sus temas poéticos.

Pese a que apenas pudo recibir enseñanza reglada, porque las leyes de su país lo impedían para las mujeres en su tiempo, fue una autodidacta y lectora tan intensa que acabó de profesora y de impulsora de diversas instituciones docentes, entre ellas una academia de pintura y un Liceo de Señoritas.

Se abrió paso como escritora con sus colaboraciones en el Heraldo de Cochabamba, su ciudad natal. Las firmaba con el seudónimo de Soledad, y sola y soltera adrede vivió toda su vida. Muchos de aquellos textos denunciaban la discriminación de la mujer y divulgaban ideas progresistas y revolucionarias que caían como aldabonazos en la sociedad conservadora boliviana de la época, que la ignoraba, esquinaba o combatía. Al final de su vida, sin embargo, recibió reconocimientos oficiales, y medio siglo después de su muerte la presidenta boliviana Lidia Gueiler Tejada decretó que cada año se celebrara en Bolivia el Día de la Mujer el 11 de octubre, fecha del nacimiento de Adela Zamudio.

Nuestra poeta de hoy murió en su ciudad natal, Cochabamba, a los 73 años. En su tumba figura un epitafio que dejó escrito ella misma, un cuarteto en endecasílabos en que cuenta mucho de sí misma y que está entre sus mejores versos, especialmente el último: “Vuelo a morar en ignorada estrella, / libre ya del suplicio de la vida, / allá os espero; hasta seguir mi huella / lloradme ausente, pero no perdida”.

Dudaba hoy si elegir de Zamudio el poema que os traigo, Nacer hombre, o este otro, Cuando estés con una mujer, también feminista: “Cuando estés con una mujer, / hazle el amor, no solo tengas sexo. / Dile que la amas, que estás loco por ella. / No solo la beses y entres de lleno. / Besa su cuerpo entero, / recorriendo sus rincones. / Reconoce con tus labios lo que la ropa no deja ver. / Desea con todas tus fuerzas el poderla poseer. / Sé amable y atento antes de hacerlo / para que así no haya remordimiento. / Sé dulce y tierno para que casi esté completo. / Pero sobre todo ámala profundamente, / porque amar es respetar, / y al respetar comprender el porqué de las cosas, / el porqué de su entrega, / pues es solo su amor de verdad».

Ambos parecen adelantados a su tiempo. Nacer hombre -en forma de letrilla, como las de Góngora o Quevedo que ya comentamos aquí-, se ocupa de temas tan de actualidad aún hoy como la sociedad patriarcal, la violencia machista, los derechos cercenados de las mujeres… Yo lo siento y lo digo así: