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21 Mar 2021
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Los mejores en castellano, seleccionados, comentados y recitados por el editor y director de Archiletras.

Arsenio Escolar

Periodista, filólogo, escritor y editor. Fundé Archiletras en 2018 tras darle vueltas al proyecto durante 35 años.

Mía de nadie, de Mía Gallegos

Mía Gallegos.
Mía de nadie. Mía de mí.
Sin una biografía.
Tierna. Casi ácida.
Con un destino trazado
en una cruz.

Mía Gallegos. Mía de nadie,
de nadie, nadie, nadie, nadie.
Aferrada a la ternura
como único pan que no consuela.

Mía de nadie. Mía de mí.
Sin aire. Umbría.
Deja que el tiempo pase.
Deja que la vida pase.
Deja que el amor pase.
Deja que la muerte pase.

Mía sin biografía y sin abuelo.
Sin un sitio.
Ni siquiera santa.
Ni siquiera puta.
Mía de mí.

Periodista, narradora, poeta, la costarricense Mía Gallegos (San José, 1953) es una de las voces más valiosas de las letras centroamericanas de hoy, y una de las más seguidas. Y no sólo en el ámbito hispanohablante, pues ha sido traducida al inglés, el francés y el italiano. Obra suya ha sido recogida en muchas antologías y distinguida con los galardones más diversos, entre ellos el argentino Premio Alfonsina Storni.

Elegida en 2014 para de la Academia Costarricense de la Lengua, tomó posesión de su plaza con un discurso de título y tema muy significativos: Lectura de ‘La tumba de Antígona’, de María Zambrano, en el que además de reflexionar sobre la obra de la filósofa española, Gallegos hablaba de sí misma: «No soy filósofa y tampoco académica: soy poeta. En todo caso, para decirlo con palabras de Rimbaud, como Juana de Arco, soy de las que cantan a la hora del suplicio. No obstante, al igual que los presocráticos siempre me han inquietado el origen y el ser de las cosas. He querido saber quién soy yo, si es que cabe responderse esa interpelación. Y al plantearme todas esas interrogantes, he acudido a los libros, he procurado llegar a las fuentes, y he intentado reconocerme, aunque sea modestamente, en estas y muchas otras inquietudes». Su discurso académico acababa así: «Verdades inconvenientes nos revela Antígona. Quizás hablar de la piedad, del trato justo, del “otro”, de ese desconocido, de ese excluido, anónimo, errante y sumido en los arrabales, sea una forma de ahondar en verdades y en la búsqueda de una patria de hermanos, una patria común, una patria de todos».

«Su poesía mística y onírica es un ejemplo de la resistencia femenina ante un mundo hostil», escriben sobre Mía Gallegos en amediavoz.com, un sitio web sobre poesía y traducción que os recomiendo. Algo de todo ello hay en este breve poema que hoy os traigo, tan desnudo como pleno, tan derrotista como reivindicativo. En él ya hay mucho de ese «he querido saber quién soy» de su discurso académico. Mercedes María Gallegos, que ese es su verdadero hombre, juega con su seudónimo literario, Mía, para indagar sobre “el origen y el ser de las cosas» e intentar reconocerse.

Yo lo siento y lo vivo así: