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26 Dic 2019
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África

El español en la Unión Africana, una semilla que germina

Alfonso C. Cobo Espejo

El español es una lengua oficial en la Unión Africana, pero sus documentos no están en castellano. Guinea Ecuatorial y la República Saharaui luchan para que el estatus cambie

No mucha gente sabe que el español es una de las lenguas oficiales de una organización supranacional de ámbito africano. Hablamos de la Unión Africana (UA, en adelante), fundada por cincuenta y cinco estados a finales de mayo de 2001 en Adís Abeba. Archiletras ha conversado en la capital de Etiopía con algunos de los actores que trabajan por la inclusión y la promoción del español en el seno de este organismo.

Antes de nada, pongámonos en contexto. La UA es una organización similar a la Unión Europea que tiene como objetivo mejorar la interacción política, social y económica entre países africanos. ¿Y en qué situación se encuentra el español dentro de este organismo? Podemos resumir que hay dos frentes de actuación: uno político y otro educativo, que bien podría contribuir al objetivo político.

Desde la perspectiva política, el español es, como hemos dicho, una lengua oficial en la UA desde 2002. Sin embargo, no tiene la consideración de lengua de trabajo actualmente. Esto quiere decir que, en la práctica, el español no se emplea en lo burocrático: no hay un equipo de traductores e intérpretes, los documentos oficiales no están en castellano, en las cumbres de jefes de Estado no hay intervenciones en español, salvo cuando los países africanos que tienen el español como idioma oficial contratan, por su cuenta, los servicios de un intérprete.

Dos estados integrantes de la UA, Guinea Ecuatorial y la República Árabe Saharaui Democrática, luchan para que el estatus del español cambie y se una, como lengua de trabajo, al inglés, al francés, al portugués y al árabe.

Liberato Salvador Bakale, representante de la embajada de Guinea Ecuatorial en Etiopía, asegura que el gobierno de su país está haciendo lo necesario para que el español se convierta en lengua de trabajo de la UA. «Para nosotros, es un elemento de comunicación indispensable, es nuestra primera lengua oficial y el hecho de que fuera lengua de trabajo sería un sueño hecho realidad. Además, ayudaría a romper la barrera lingüística que existe con América Latina, un socio estratégico», afirma.

El diplomático ecuatoguineano nos explica que, para lograrlo, es necesario que dos tercios de los estados miembros de la Unión ratifiquen un idioma como lengua de trabajo. «Veintinueve de los cincuenta y cinco países ya lo han hecho, por lo que solo falta el compromiso de otros siete países para conseguirlo», recalca Bakale. Desde Guinea Ecuatorial, se muestran optimistas y creen que, si se cumplen las previsiones más halagüeñas, el objetivo podría conseguirse a principios de 2020.

Bakale lanza un guiño a España y enfatiza que «Guinea Ecuatorial hace todo lo posible para que el español no se pierda en África, para conservar su esencia en el continente». Para el diplomático, España debe valorar el esfuerzo que su país hace por difundir la lengua y la cultura hispánicas en el seno de la UA y apoyarles directa e indirectamente.

En esta misma línea se manifiesta Lamam Abaali, embajador de la República Árabe Saharaui Democrática en Etiopía, el otro país africano que tiene el español como una de sus lenguas oficiales. Para Abaali, «España debería aprovechar la presencia saharaui en la UA, tanto para ejercer de puente en las relaciones con otros países miembros como en la promoción del español».

Clases con profesores nativos españoles

Pero, ¿qué puede hacer España en una organización supranacional africana de la que no forma parte? Es en este punto donde llegamos al otro frente de actuación: el educativo. Aunque realmente España no tiene mucho margen de acción política, lo que sí puede hacer es aumentar el interés por aprender el idioma desde dentro. Eso es lo que intenta, desde 2010, gracias a un convenio de la Universidad de Adís Abeba y el programa de Lectorados de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Fruto de este acuerdo, profesores nativos imparten clases en la sede de la UA.

Ana Merchán es una de esas profesoras y nos explica que sus estudiantes son trabajadores de la UA, diplomáticos de los Estados miembros y familiares de ambos. Tienen diversos intereses: muchos de ellos lo estudian por motivos laborales mientras que otros lo hacen por la simple curiosidad de aprender un nuevo idioma.

Jorge Ávila, diplomático de la embajada española en Etiopía, valora muy positivamente la experiencia docente en la UA. Nos cuenta que el pasado curso académico hubo alrededor de cincuenta estudiantes: de ellos, el 10% eran etíopes; y el 90% de otras naciones africanas. «Existe un interés grande por el español en Etiopía, que va más allá de la UA», asegura.

El diplomático español aborda también el tema político y reconoce que «tener el español como lengua de trabajo de la UA aumentaría las posibilidades de cooperación y iniciativas conjuntas con países africanos».

Esta crónica es uno de los contenidos del número 5 de la publicación trimestral impresa Archiletras / Revista de Lengua y Letras, disponible en kioscos y librerías.
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