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Archiletras

30 Oct 2018
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Miscelánea de los desvíos de la norma que, por descuido o por ignorancia, cometen los periodistas. Los aciertos no están aquí pero son muchos más.

Alberto Gómez Font

Lingüista, miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, ex director del Instituto Cervantes de Rabat y ex coordinador de la Fundéu.

Abrupto: escarpado y áspero

En aquel momento la única definición del adjetivo abrupto era ‘escarpado, que tiene gran pendiente’, y el ejemplo de uso era «Montaña, roca abrupta». Es decir, se trataba de un calificativo usado por alpinistas, aficionados al motocross y topógrafos —entre otros—.

—¿Qué hiciste el domingo?

—Fui con unos amigos a escalar una montaña muy abrupta y luego nos tomamos unas cervecitas en la cima.

Tuvimos que esperar hasta la edición del Diccionario de 1984 para que los lexicógrafos de la docta casa incluyeran una nueva acepción en esa palabra: ‘2. Áspero, rudo, violento, destemplado. Declaración abrupta. Carácter abrupto’. Y luego hubieron de pasar algunos añitos más para que el aviso del mal uso despareciera de los libros y manuales de estilo de los medios de comunicación, que en ocasiones eran de muy lenta reacción, o pecaban de cierto purismo inmovilista.