La peripecia de una niña que cuida vacas en un valle
La dictadura rumana y el meticuloso plan de Ceaucescu para cargarse el sentimiento, la idea y la existencia misma del individuo, planean sobre toda la obra de la Premio Nobel de Literatura Herta Müller, de la que ahora se publican unos magníficos ensayos autobiográficos, Siempre la misma nieve y siempre el mismo tío (Siruela).
Los días de su infancia y juventud, la persecución que sufrió por parte de los servicios secretos, algunas cuestiones sobre su propia escritura y, muy importante, las lecturas de autores esenciales para ella por su faceta literaria o política son temas que aparecen en esta obra, una interesantísima ‘guía’ para comprender la trayectoria de la escritora rumano-germana.
Se trata de un libro que se extiende en las que fueron sus primera palabras en el discurso de agradecimiento del Premio Nobel. “La peripecia de una niña que cuida vacas en un valle hasta llegar aquí, hasta el Ayuntamiento de Estocolmo, es muy extraña”.
El libro llega avalado nada menos que por la prestigiosa profesora Ruth Klüger, superviviente del Holocausto, que en unas lúcidas líneas asegura que los ensayos de Herta Müller complementan la obra de ficción, “pues constituyen un profundísimo análisis de las consecuencias de la represión política en la psicología y en el lenguaje. Pero, además, son obras maestras independientes y de un estilo sin igual, un verdadero placer para el lector”.