Petros Márkaris sigue llamando a las cosas por su nombre
El escritor Petros Márkaris hace reaparecer a su comisario Kostas Jaritos para meter el dedo en el ojo de los inversores sin escrúpulos. El próximo 31 de marzo, el nuevo caso del policía, Ética para inversores (Tusquets), estará en las librerías.
Acompañado de Adrianí y sus excelentes comidas, y con la vista puesta en Lambros Zisis, que ofrece refugio para las personas sin techo, Jaritos se lanza en esta ocasión a investigar el asesinato de un adinerado saudí que había invertido una fortuna en terrenos para construir un complejo hotelero de lujo junto al mar.
Esta es, como en las anteriores novelas del escritor, la anécdota perfecta para denunciar los excesos del sistema capitalista y las desigualdades en un país que sigue recuperándose de la gran crisis. Además, Márkaris se pregunta aquí si es la inversión, sobre todo la extranjera, la única manera de salvar una economía maltrecha y, sobre todo, ¿qué valores guían a los inversores?
Con esta nueva entrega de la insustituible serie de Kostas Jaritos, el autor sigue tesonero en su empeño de llamar a las cosas por su nombre, no en vano, su personaje solo lee diccionarios, especialmente el Dimitrakos, al que recurre para encontrar claves ocultas de la realidad.