Sombra y sueño
Cuando en 1882 un monje francés plantó con mucho amor un ciprés chiquitín en el claustro de Silos no sabía que, en realidad, estaba plantando un soneto.
Óscar Esquivias
Cuando en 1882 un monje francés plantó con mucho amor un ciprés chiquitín en el claustro de Silos no sabía que, en realidad, estaba plantando un soneto.