Sola, perdida, abandonada
¿Dónde se pierde esa hache de «huérfano» que falta en «orfandad»? ¿En qué bosque tenebroso queda olvidada, qué pajarillos se comen su rastro de migas? ¿Le hará compañía la hache de la que reniega «huevo» en «oval»? ¡Qué madre cruel y caprichosa es, a veces, la ortografía!
Óscar Esquivias