Sin cera miente
Quise pensar que «sincero» venía de la ausencia del cero, es decir, de ese rastro de nada que dejan las mentiras. Craso error: Su origen es la palabra latina «sincerus» y está asociada a la apicultura, en referencia a la miel pura que no contiene cera. Por eso, supongo ahora, mentir provoca un efecto similar a la picadura de una abeja.
Daniel Díaz