Romper los diptongos
Tuve una vez un profesor tan manso que cuando explicaba los diptongos nunca decía que estos se rompían, sino que se disolvían. «Romper» le evocaba destrozos y violencia, mientras que «disolver» le hacía pensar en azucarillos sumergidos en leche, imagen mucho más apropiada para nuestras mentes infantiles.
Óscar Esquivias