Nel mezzo del cammin
Al igual que se celebra una fiesta cuando un trasatlántico cruza el Ecuador, al llegar a la mitad de las novelas largas deberían salir del libro los personajes con serpentinas y matasuegras e invitar al lector a cenar en el sanatorio de 'La montaña mágica', a tomarse un vodka con los Karamázov o un chocolate con la Regenta.
Óscar Esquivias