Las letras dicen
No puedo evitar imaginar que la uve es una be mutilada por la maldita guerra, o que la doble uve es una uve que ve doble por culpa del whisky, o que la «i» es tan flaca como yo de niño: es mi infancia; o que la «o» me mira fijamente, asombrada. Son 27 historias, figúrate. Así es imposible centrarme en la escritura.
Daniel Díaz