Horas felices
¡Cuánto envidio ese reloj que Mrs. Caldwell prometió a su adorado hijo Eliacim! Es un reloj que marca «las ci, las indio bravo, las bañador, las bo, las mag»… Esas sí son horas dignas de ser vividas, y no las 6:30 que anuncia a timbrazos mi despertador.
Óscar Esquivias