El primer escrito
En las losetas que tejan la catedral de Florencia hay huellas de pájaros, perros y gatos, y también dibujillos (cruces y corazones) que grabaron los alfareros nada mas modelarlas. Quizá la escritura nació así, cuando un niño mesopotámico no pudo resistir la tentación de meter el dedo en la arcilla húmeda.
Óscar Esquivias