De vulgari eloquentia
En su traducción del «Libro de Job», Fray Luis de León llama «varón de labios» al hombre «parlero y hablador». Sin embargo, la persona con labios más elocuentes que recuerdo no necesitó decir palabra para persuadirme. Tenía el bozo mal dibujado y la piel oscura, cálida y salada. Éramos jóvenes. Le bastó con un beso.
Óscar Esquivias