Aprenda a insultar
En el evangelio de Mateo aparece un insulto, «racá», que Esteban Terreros (1788) definió así: «Vacío, sin seso, descabezado, hombre sin celebro [sic], sin juicio, sin sesera, mala cabeza». En 1855, el 'Diccionario Gaspar y Roig' añadió que, tras pronunciarlo, había que escupir y girar la cabeza. ¡Qué arte insultador!
Óscar Esquivias