Anarquismo gramatical
A menudo leo en redes sociales a auténticos artistas del anarquismo gramatical. Lanzan comas al aire y, allá donde caen, las dejan. A veces aterrizan sobre vocales, formando tildes aleatorias, o en el suelo del texto, dotándolo de un ritmo inquietante. Son poetas sin querer: dependen de la dirección del viento.
Daniel Díaz